Thursday, September 30, 2004
anoche no podía dormirme y salí a caminar
total que a las cuatro de la mañana estaba en el centro y no me daba para volverme caminando. estaba en la parada del a10 en 27 de abril entre general paz y no sé cuál es la otra. no había nadie en la calle, hacía una noche de mierda, que te ponés la campera y te cagás de calor y te la sacás y te cagás de frío. yo no me había traído nada para leer y mataba el aburrimiento caminando por la calle y mirando la vidriera de una casa de trofeos. en alguno de los balcones de un edificio que estaba frente a la parada, alquien chiflaba y chistaba. de repente, por el portero eléctrico alguien grita: “eh, vos”. no había nadie en la entrada del edificio. “vos, sí vos, el de zapatillas rojas”. me acerqué y dije “¿sí?”.“¿no querés subir y te chupo la pija?”
a raíz del post acerca del infinito, pi y la bola de billar
(que a propósito, me parece que no lo entendió ni el loro) estuve leyendo “la caza del snark”, poema del matemático, escritor y pedófilo lewis carroll (“feliz aquel que posee la más tierna dicha:¡el amor de una niña!”).
ocho cantos sobre la búsqueda de un animal del que se sabe muy poco: su sabor, “escaso y hueco pero crujiente”, sus trastocados horarios de alimentación, su lentitud para entender chistes, lo serio que se pone ante un juego de palabras y su afición a las máquinas de baño (“¡siempre carga una tras de él! y está convencido de que añade belleza al panorama, una opinión discutible a mi parecer”).
aunque los snarks corrientes no hacen daño, hay que cuidarse de la variedad boojum, cuyos cazadores, como ya dije, “desaparecen suave y silenciosamente”.
el que finalmente encuentra al snark, un hombre que había olvidado todas sus pertenencias y su nombre antes de embarcarse (“solía bromear con las hienas y les sostenía la mirada, con un impúdico movimiento de cabeza. y cuentan que una vez fue a pasear, zarpa contra zarpa con un oso, para mantener el ánimo”), demasiado tarde se da cuenta de que está frente a un boojum.
el problema de buscar algo, es que a veces te lo encontrás. el inquietante presentimiento de que todo snark, una vez encontrado, es un boojum. guarda, vos que andás en esa.
ocho cantos sobre la búsqueda de un animal del que se sabe muy poco: su sabor, “escaso y hueco pero crujiente”, sus trastocados horarios de alimentación, su lentitud para entender chistes, lo serio que se pone ante un juego de palabras y su afición a las máquinas de baño (“¡siempre carga una tras de él! y está convencido de que añade belleza al panorama, una opinión discutible a mi parecer”).
aunque los snarks corrientes no hacen daño, hay que cuidarse de la variedad boojum, cuyos cazadores, como ya dije, “desaparecen suave y silenciosamente”.
el que finalmente encuentra al snark, un hombre que había olvidado todas sus pertenencias y su nombre antes de embarcarse (“solía bromear con las hienas y les sostenía la mirada, con un impúdico movimiento de cabeza. y cuentan que una vez fue a pasear, zarpa contra zarpa con un oso, para mantener el ánimo”), demasiado tarde se da cuenta de que está frente a un boojum.
el problema de buscar algo, es que a veces te lo encontrás. el inquietante presentimiento de que todo snark, una vez encontrado, es un boojum. guarda, vos que andás en esa.
“el mundo no es hermoso. todo le parece bello porque no entiende. esos peces voladores, por ejemplo, no saltan por placer, sino porque otros peces quieren comerlos. el agua luminosa del mar toma su brillo de millones de pequeños cuerpos muertos. es el brillo de la muerte. no hay belleza aquí, sólo muerte y decadencia. todo muere en este lugar, hasta las estrellas.”
Wednesday, September 29, 2004
el mapa no es el territorio
en su obra "agony in eight fits", lewis carroll cazó el snark. nadie tenía conocimiento del snark o sabía mucho de él, excepto que existía y que era mejor mantenerlo alejado de un boojum. el infinito también puede ser considerado un boojum, pero su existencia, en cualquier forma, es una cuestión de considerable duda. boojum o variedad de jardín, el infinito no existe en el mismo sentido que decimos: “hay peces en el mar”. para ese caso, la proposición “hay un número llamado siete” se refiere a algo que tiene una existencia diferente a la del pez en el mar. “existencia”, en la acepción matemática, es completamente distinta de la existencia de objetos en el mundo físico. una bola de billar puede tener como una de sus propiedades, en adición a su blancura, redondez, dureza, etc., una relación circunferencia/diámetro que involucra al número pi (= 3,14159...). estamos de acuerdo que tanto pi como la bola de billar existen; debemos también convenir en que la bola de billar y pi llevan diferentes clases de vida.
una de las variedades del snark es el boojum, "cuyos cazadores desaparecen suave y silenciosamente".
(de "matemáticas e imaginación", edward kastner & james newman)
una de las variedades del snark es el boojum, "cuyos cazadores desaparecen suave y silenciosamente".
(de "matemáticas e imaginación", edward kastner & james newman)
Tuesday, September 28, 2004
ciegos
-...pero a mí me pasó veinte veces eso. es más, yo ya es algo que no vuelvo a hacer en mi vida, cruzar a un ciego. yo me he curado de espanto. de querer cruzar un ciego acá en 9 de julio y cañada, y decirle “a ver papito, master, te cruzo” y el otro “pero salí, dejame, che... que mierda te creés, soltame culeado”. hombres correctísimos, tipos de traje...
linebacker, diciembre de 1972
el b-52 es una máquina formidable: de enormes dimensiones (cuarenta y ocho metros de largo, cincuenta y seis de envergadura, ciento cincuenta mil kilogramos de peso), sus ocho motores le permiten moverse a más de mil kilómetros por hora y soltar con precisión desde dieciocho mil metros de altura una carga de hasta treinta y dos toneladas de explosivo que garantiza la total devastación en una caja de tres kilómetros por uno.
en cielos vietnamitas, si bien no tenían oposición de la casi inexistente aviación comunista, el peligro eran los misiles antiaéreos de fabricación soviética. un tal lehman, artillero de cola de un b-52 que había sido derribado después de una misión sobre hanoi contaba: “no conocí el verdadero miedo hasta volar sobre vietnam de noche en medio de una tormenta, con el avión vibrando y sacudiéndose, con fuego de san telmo recorriendo mi puesto, y viendo acercarse los misiles. con el cielo despejado, uno ve la luz del motor, pero las nubes magnifican el resplandor y hacen que parezca mucho más grande de lo que es en realidad. otra gente había hecho un muy buen trabajo de supresión de radares, de tal manera que una vez detectada nuestra presencia las baterías de tierra dispararon sus misiles como un espasmo muscular, pero con una imprecisión casi total por no haber radares de guía. vi pasar cerca nuestro seis o siete misiles, como enormes bengalas. el puesto de artillero de cola del b-52 es un lugar solitario. uno está aislado, a casi cuarenta metros del resto de la tripulación, y no tiene ningún control de la situación. lo único que se puede hacer es mirar las luces que se acercan y rogar que no den en el blanco”.
los ruegos de lehman no fueron escuchados ese 22 de diciembre porque contra toda lógica, un misil impactó de lleno en la estructura del avión, enviando metralla a la zona de la cabina del bombardero. fragmentos de acero y aluminio alcanzaron el cuerpo del piloto. más metralla atravesó la cola del bombardero, hiriéndolo. los daños inutilizaron los sistemas eléctricos, dejando en la más completa oscuridad al radarista y el navegante. ambos estaban en las entrañas del aparato, sin poder ver lo que sucedía en el exterior, también heridos por los trozos de metal de su propio avión. en la cabina, las luces indicadoras de fuego en los motores empezaron a parpadear enloquecidamente. la máquina se inclinó y comenzó a caer hacia tierra, descendiendo varios cientos de metros en pocos segundos. cuatro de los ocho motores estaban inutilizados, la mayoría de los controles no funcionaban, el avión era un montón de chatarra cayendo a plomo. la situación se deterioraba a cada segundo. una puerta de la bodega de bombas se abrió, y el tren de aterrizaje comenzó a desplegarse y retraerse anárquicamente. una especie de agonía recorrió el gigantesco avión. ya no había ninguna luz, y las llamas se extendían por las alas.
lehman, recordemos, estaba muy lejos del cualquier ser humano. sentía la engañosa liviandad del cuerpo en caída libre. pensaba preso de una sorda calma: “estamos cayendo y sin embargo, cualquiera que viera una foto nuestra en este mismo instante, creería que estamos volando (tal vez diría que con algunos problemas). parezco liviano, pero lo cierto es que dos segundos antes de tocar tierra voy a pesar setecientas toneladas. eso yo solo, ni pensar en esta chatarra que me rodea”.
gastón pauls y este otro chico
-yo nunca voy a entender eso...yo si voy a ese lugar donde comen los fideos con la mano, yo sabés lo que les digo, che papá ¿no hay una caja de cartón por ahí? y me hago dos listones de cartón y me como los fideos con esos dos listones, yo no me los voy a comer con la mano, porque no es algo que haya que hacer, y te digo rápido una más: mingo hace unos años colaboraba con unos indios de la provincia del chaco, unos indios chiuis o algo así...
-wichis. son los tobas, los wichis.
-eso, wichis. bueno. y se iban para allá en un ómnibus reventado que habían comprado como entre cincuenta personas. y le digo mingo vos sabés que si un día estoy al pedo, o justo coincide que me hayan echado de algún laburo, justo yo me anoto con ustedes. lo único que ellos duermen...se tiran a dormir en un lugar en el suelo en el chaco, un lugar donde por ahí se te puede meter una víbora por un hueco en la colcha con la que te estás tapando. yo, le digo, si voy, duermo en el ómnibus. y me dice mingo “mirá, si vos durmieras en el colectivo significaría una actitud, algo así como un desprecio, que vos dormís arriba de un colectivo cuando ellos están durmiendo abajo de un toldo, abajo de un árbol”. y yo le digo mirá mingo, yo te aseguro que yo me entiendo con estos indios wichis y hasta me pongo en una olla a colaborar con ellos en algo, no sé, para hacer un alcohol, destilar algo o lo que puta fuere que hagan los indios, y yo te aseguro que duermo en un bondi y salgo a la mañana del ómnibus (de un ómnibus que te digo, te llegás a cortar con una chapa y te agarrás tétano, porque es un bondi que está podrido) y dormiré en el colectivo y te aseguro...
-ojo que tenés que estar ahí también...
- sí, mingo me discutía primero, pero me terminó dando la razón. yo le digo mingo, yo me voy a desenvolver con estos indios de tal manera...yo no me voy a poner a hablar de jethro tull, ahí... los indios van a estar felices de la vida conmigo, y yo voy a salir desperezándome de un bondi, que he dormido en el suelo o en una butaca, y los indios van a decir “venga maestro, venga que tenemos que mezclar no sé, este...ungüento”, ponele, y yo sí señor y me lavo la cara, me lavo los huevos, y me voy para allá, y le doy... creo que eso es lo que no hacen ni gastón pauls ni este chico como es...
-juan castro
-juan castro. ellos no, ellos largan con esto, duermen ahí tirados, y no loco, si vos tenés tu conciencia tranquila no hacés eso...
-wichis. son los tobas, los wichis.
-eso, wichis. bueno. y se iban para allá en un ómnibus reventado que habían comprado como entre cincuenta personas. y le digo mingo vos sabés que si un día estoy al pedo, o justo coincide que me hayan echado de algún laburo, justo yo me anoto con ustedes. lo único que ellos duermen...se tiran a dormir en un lugar en el suelo en el chaco, un lugar donde por ahí se te puede meter una víbora por un hueco en la colcha con la que te estás tapando. yo, le digo, si voy, duermo en el ómnibus. y me dice mingo “mirá, si vos durmieras en el colectivo significaría una actitud, algo así como un desprecio, que vos dormís arriba de un colectivo cuando ellos están durmiendo abajo de un toldo, abajo de un árbol”. y yo le digo mirá mingo, yo te aseguro que yo me entiendo con estos indios wichis y hasta me pongo en una olla a colaborar con ellos en algo, no sé, para hacer un alcohol, destilar algo o lo que puta fuere que hagan los indios, y yo te aseguro que duermo en un bondi y salgo a la mañana del ómnibus (de un ómnibus que te digo, te llegás a cortar con una chapa y te agarrás tétano, porque es un bondi que está podrido) y dormiré en el colectivo y te aseguro...
-ojo que tenés que estar ahí también...
- sí, mingo me discutía primero, pero me terminó dando la razón. yo le digo mingo, yo me voy a desenvolver con estos indios de tal manera...yo no me voy a poner a hablar de jethro tull, ahí... los indios van a estar felices de la vida conmigo, y yo voy a salir desperezándome de un bondi, que he dormido en el suelo o en una butaca, y los indios van a decir “venga maestro, venga que tenemos que mezclar no sé, este...ungüento”, ponele, y yo sí señor y me lavo la cara, me lavo los huevos, y me voy para allá, y le doy... creo que eso es lo que no hacen ni gastón pauls ni este chico como es...
-juan castro
-juan castro. ellos no, ellos largan con esto, duermen ahí tirados, y no loco, si vos tenés tu conciencia tranquila no hacés eso...
Thursday, September 23, 2004
-yo para hacer una película de los freak brothers así con actores, al primero que llamo es a este, mirá lo que es esa carita del hombre lobo...
(starring:
gusi as fat freddy freak
el hombre lobo as freewheelin´ franklin
carlitos as phineas
guest star a un costado de la mesa: pablito g, asintiendo)
-...y nos habíamos tomado un frasco de romilar cada uno.
-¿qué es el romilar?
-un antitusígeno, algo para la tos.
-ah, un opiáceo...
-claaaro.
-ah, pero yo de eso conocía más el aseptobron. aseptobron tomé, el romilar no lo conozco...¿pero el romilar no era para el mal de parkinson, loco?
-no, ese era el...artane.
-aaaartane, ese era...
-yo una vez me tomé veinticinco artane. y no me pegaban. y me tomé diez más.
-pero porque no le dabas tiempo, vos tampoco...
-no, no, no, porque esto es cuestión de cada uno, como estaba...hay gente que le pega a las dos horas, a las tres horas, y a mí nada...y a las ocho horas, llegué a mi casa y ahí me pegó todo junto...
-ah, sí, me contaste, que estaba tu viejo vivo todavía.
- yo metí la llave adentro de la cerradura y era que la había metido adentro de un libro. y yo abría el libro...hojas y hojas y hojas, y yo estaba en la puerta. y de repente abro la última hoja y estaba mi papá...en la puerta, me agarró del cogote y me tiró en la cama. me preguntaba que me pasaba y yo le decía...viste que ahora se habla de los duendes, el otro día yo me acordaba y me cagaba de risa, porque yo le dije que había un duende que me abría y me cerraba los cajones del placard, y me abre los cajones y me los cierra, yo tenía los ojos así. al rato, estaba parado en el baño, tipo seis y media de la mañana...
-¿y qué edad tenías vos, lobo?
-diecisiete, diecisiete años...parado en el baño, totalmente en bolas. y yo le decía a mi vieja, “mamá vení a ver, esto es imposible” y claro yo me veía en la piel una especie de arabescos...
-¿y qué dijo tu mamá?
-me agarraron y me recagaron a palos...
-y escuchá esta mía... un día era en esa época que tomábamos esas gotas por el naso, los...¿cómo era?
-(a coro) ciclopentolato poen.
-ah, mierda, cómo junan... vos sabés que una vez tomo pero quise como probarlo de forma exagerada...si un frasco duraba para cinco veces yo quería probar que pasaba tomándomelo de una vez...
-cómo cinco veces gusi, si eran tres gotitas, loco. tres, cuatro...
- nooooo, no, pablo. el frasco era así, y lo que traía en centímetros cúbicos era así...
-no, gusi...
-síííí, papá, me voy a comprar uno mañana mismo y te voy a mostrar, vas a ver...
-ojalá
-y vas a ver que me lo van a vender a mí, por la edad...por la cara de pelotudo, vos sabés las cosas que yo he comprado con esta cara...si vas con la cara del hombre lobo te sacan cagando
-es verdad
-porque lobo, no podés andar con esa pinta, vos...pero escuchá, resulta que me tomo el frasco entero, y llegan mi viejo y mi vieja de una cena, de una joda, y entra mi viejo y me encuentra a mí justo como dice el lobo, en bolas, porque yo te voy a explicar, estaba bueno eso porque se te dormía la mano y te agarrabas el pingo y era como si otro te agarrara y te hiciera la paja...(risas) ¿o no, o no pablo, vos que lo has probado?
-bueno, yo te hablo con toda franqueza. llega mi viejo, viste esas escaleras que vos prendés la luz desde abajo y la apagás desde arriba, y apenas se asoma desde la escalera y me ve mi viejo a mí en bolas, empingado, parado arriba de un sofá acomodando un cuadro...vos sabés que yo ya ni sé si me lo contó o yo me lo acuerdo
inconscientemente... pero nunca me voy a olvidar la forma en la que la alertó a mi vieja...apagó la luz de la escalera, la dejó a mi vieja oscuras, que mi vieja estaba poniéndole llave a la cerradura y le dijo “no subás, por favor no subas acá por favor dejame arreglar esto con el gusi a mí...” y mi vieja “qué pasa roberto, qué está pasando ahí” y mi viejo me lleva para la pieza y me dice pero qué te pasa papá, que conga que tenés hijo de puta. y la ropa mía estaba hecha un bollo en el living y mi viejo tiró esa ropa a un lado, me encerró en mi pieza y le dijo a mi vieja ahora sí pasá derecho. y al otro día amanezco tipo nueve de la mañana, en un silencio sepulcral toda la casa, y me aparezco por la cocina y mi vieja...
-¿vos te acordabas algo?
-sí me acordaba, bastante...yo sabía que estaban mal las cosas, viste...y aparezco y estaba mi vieja que me estaba cosiendo algo y me dice “qué ha pasado anoche, tu padre no sabés la preocupación que tiene”. yo le digo vieja yo me agarré un pedo tremendo anoche, qué pasa, qué preocupación... “es que tu padre me ha dicho que eso no era un pedo, que vos estabas raro...” eso le habrá parecido a él, le digo, él habrá estado en pedo también, y estaba mi viejo leyendo el diario así debajo de un quinchito y mi vieja me dice “medio que tenés que ir a hablar con él porque está esperando que te levantes para hablar con vos”. y yo voy a hablar y bueno, fue como…ah, yo le mentí, mirá lo que le dije: vos sabés viejo que en el paseo de las artes somos dos bandos, nos juntamos en un bar a chupar, unos vagos son unos drogones tremendos, y otros somos borrachos. tanto nos peleamos con esos vagos, discutiendo en una mesa, que me he ido al baño y estos vagos me han puesto un par de pepas raras en el vino… “ah, bueno, así que eso te ha pasado”, me dijo mi viejo, “y que pastillas habrán sido”, no sé, le digo yo “y cómo puede ser te estés juntando con una clase de gente que te pueda pasar eso”
-poobre, tu vieejo…
-y claro, tenía razón de alguna forma, porque no puede ser que te vayas al baño a echar una meada y venga un guaso y te ponga un ácido en el vino…ehhh, me defendí con eso, viste. y mi viejo a decirme bueno, pero ponete un poco las pilas, vos vieras lo que eras anoche, desnudo, empingado… la ropa en un rincón toda mojada, como si te hubieras hecho una paja, viste, una cosa muy decadente…ah, y esto, me dice, que quede entre vos y yo, no le digas nada a tu madre, que quede como una borrachera tuya. pero qué bestia esas gotas… hasta que a los dos o tres días me las vuelvo a comprar…sabés lo que me pasaba siempre, que yo me dormía en el colectivo y me despertaba en la punta de línea, que se acababa de inaugurar el mercado de abasto nuevo, allá en la loma del culo…y aparecí ahí a las dos de la mañana, con dos grados bajo cero y yo veía eso y yo no sabía si eran las gateras de unos caballos, si eran unas casillas de peaje, no me daba cuenta de qué mierda era eso…
-yo de ésas tengo dos millones…
-mirá, esa vez, no te exagero, había diez guasos en una esquina, pero eran diez choros, directamente, estaban con una damajuana de vino. vos sabés que yo me calenté tanto conmigo mismo que me les fui a los diez guasos a mangarles puchos, un trago, a cagarlos a pedos “qué mierda es esto, que largan unos caballos acá, qué mierda pasa”. “no, maestro”, me decían los guasos, “es el mercado de abasto nuevo, tranquilicesé” cómo será que los vagos me dieron vino, guita, puchos, una tuca. y te digo, guasos que me tendrían que haber choreado, cogido, cagado a palos, yo no sé con qué pinta me habré aparecido que les caí tan simpático, ahhhh, ya sé: yo estaba todo meado encima, me acuerdo…(carcajadas)… yo no sabía en qué lugar de córdoba estaba. y recaliente, lo agarré a un guaso del cogote y le decía “dónde mierda estoy” “en el mercado nuevo, papá, qué te pasa…” no sé, le digo, loco dame un faso “sí, tomá” y yo seguía: “dame fuego; loco me tengo que tomar un taxi, me tienen que aguantar dos mangos; dame un trago, culeado, y así…” y te digo, unos guasos que me tendrían que haber asaltado a mí, y yo era peor que ellos… y bueno, un día tiré a la mierda las gotas esas. no las tomé nunca más… eran muy fuertes.
- y a lo último no te vendían…
Monday, September 20, 2004
a veces me olvido de cosas,
como por ejemplo lo bueno que era chester himes, que estoy releyendo estos días:
"mientras comían la sandía, un coro de cuatro fornidas muchachas color sepia se apropió de la pista y de espaldas al público, empezó a danzar convulsivamente, sacudiendo sus imponentes nalgas de suave piel como quien hace malabarismos con una bolsa de cincuenta kilos de azúcar negra.
-¡lanzadlos al viento!-gritó alguien.
-esos jamones no se mantendrían en el aire - mumuró ataúd .
un remolino de voces agitaba la atmósfera viciada.
para ataúd la tentación era demasiado poderosa. se llenó la boca con semillas de sandía y empezó a escupirlas contra los blancos vivientes. la distancia era de unos cinco metros de modo que antes de ajustar los tiros, alcanzó en el cuello a un par de bromistas que estaban sentados al borde de la pista y estuvo a punto de desatar una batahola. los bromistas se disponían a pelear, cuando por fin los tiros de ataúd empezaron a dar en el blanco. primero una y después otra, las muchachas empezaron a dar brincos y manotearse las nalgas, como si hubieran sido picadas por abejas. el público pensó que era parte del espectáculo. la cosa se estaba poniendo divertida. un bromista se creyó autorizado a improvisar una versión de "tienes hormigas en las bragas".
entonces una semilla quedó pegada al cremoso trasero de una de las muchachas y ella la descubrió. la sostuvo entre los dedos, observándola. dejó de bailar y volvió hacia el público una cara furiosa.
-algún hijo de puta me está tirando semillas de sandía, y voy a descubrir quién es.-declaró.
las otras tres bailarinas examinaron el proyectil. un momento después las cuatro, perversas como amas de casa fregando el piso, empezaron a abrirse paso entre las mesas y a acometer a los clientes, revolviendo toda la sala en busca de alguien que estuviera comiendo sandía."
chester:te voy a chorear algunas cositas, me parece...
"mientras comían la sandía, un coro de cuatro fornidas muchachas color sepia se apropió de la pista y de espaldas al público, empezó a danzar convulsivamente, sacudiendo sus imponentes nalgas de suave piel como quien hace malabarismos con una bolsa de cincuenta kilos de azúcar negra.
-¡lanzadlos al viento!-gritó alguien.
-esos jamones no se mantendrían en el aire - mumuró ataúd .
un remolino de voces agitaba la atmósfera viciada.
para ataúd la tentación era demasiado poderosa. se llenó la boca con semillas de sandía y empezó a escupirlas contra los blancos vivientes. la distancia era de unos cinco metros de modo que antes de ajustar los tiros, alcanzó en el cuello a un par de bromistas que estaban sentados al borde de la pista y estuvo a punto de desatar una batahola. los bromistas se disponían a pelear, cuando por fin los tiros de ataúd empezaron a dar en el blanco. primero una y después otra, las muchachas empezaron a dar brincos y manotearse las nalgas, como si hubieran sido picadas por abejas. el público pensó que era parte del espectáculo. la cosa se estaba poniendo divertida. un bromista se creyó autorizado a improvisar una versión de "tienes hormigas en las bragas".
entonces una semilla quedó pegada al cremoso trasero de una de las muchachas y ella la descubrió. la sostuvo entre los dedos, observándola. dejó de bailar y volvió hacia el público una cara furiosa.
-algún hijo de puta me está tirando semillas de sandía, y voy a descubrir quién es.-declaró.
las otras tres bailarinas examinaron el proyectil. un momento después las cuatro, perversas como amas de casa fregando el piso, empezaron a abrirse paso entre las mesas y a acometer a los clientes, revolviendo toda la sala en busca de alguien que estuviera comiendo sandía."
chester:te voy a chorear algunas cositas, me parece...
Friday, September 17, 2004
sicodelia de tres mangos
viendo xxx das mädcheininternat en la pc
-a mí lo que me causa gracia es ese pizarrón, tiene la demostración gráfica del teorema de pitágoras, se han puesto las pilas con la ambientación...
-yo no entiendo ni bosta de pitágoras y me importa tres carajos el pizarrón. loco, mirá lo que es la yegua esta, es algo terrible...
-lo que no entiendo es cómo pueden estar garchando de esa manera, sobre ese que és...una mesa, un escritorio, yo llego a garchar arriba de esa mesa, a esa velocidad, y sabés cómo ya, mínimo, la descuadré, si es que no la hice mierda. y fijáte la manera en que le están dando estos dos, y la mesa no se mueve, nada...
-¿qué es esta película, alemana?
-parece.
-debe ser una mesa bauhaus, entonces. dice rogelio que son buenísimas.
-yo no entiendo ni bosta de pitágoras y me importa tres carajos el pizarrón. loco, mirá lo que es la yegua esta, es algo terrible...
-lo que no entiendo es cómo pueden estar garchando de esa manera, sobre ese que és...una mesa, un escritorio, yo llego a garchar arriba de esa mesa, a esa velocidad, y sabés cómo ya, mínimo, la descuadré, si es que no la hice mierda. y fijáte la manera en que le están dando estos dos, y la mesa no se mueve, nada...
-¿qué es esta película, alemana?
-parece.
-debe ser una mesa bauhaus, entonces. dice rogelio que son buenísimas.
architheutis dux
cuando no había ciencia, sólo sabíamos del calamar gigante que era un monstruo que atacaba barcos. y que no existía salvo en el miedo de los antiguos marinos.
ahora sabemos que este formidable animal se mueve lentamente en un mundo helado y oscuro habitado por otros monstruos, y los sonidos que producen.
salen a la superficie sólo por accidente, llevados por una corriente de agua cálida, o batallando con su único predador, la ballena de esperma o cachalote.
la superficie es para él un mundo más hostil que el abismo, y un lugar donde morir lentamente de anoxia (es cierto que se dice: la mejor muerte que se pueda tener). entonces, instintivamente, se aferra a cualquier cosa que lo pueda hundir.
antes que al animal, conocimos su desesperación por volver al abismo. un día, iluminada por los ojos del animal, tal vez descubramos la nuestra.
Wednesday, September 15, 2004
papá noel no existe, el futuro son los padres. la relatividad es otra cosa
a-el mesón es una partícula que se genera en las partes altas de la atmósfera. su vida media antes de desintegrarse es de dos millonésimas de segundo. se mueve a una velocidad de 2,994 x 10 a la 8 m/s, muy cercana a la de la luz.
b-a esa velocidad, durante su tiempo de vida, el mesón podría recorrer una distancia de seiscientos metros. si nace a los diez mil metros, ponele, podría bajar, como mucho, hasta los nueve mil. el detalle es que:
c-se encuentran mesones a nivel del mar. detenéte un segundito a pensarlo. es IMPOSIBLE que haya mesones a nivel del mar. y sin embargo, con los instrumentos adecuados, se encuentran “en cantidades considerables”.
la clave es la velocidad. si la velocidad de la luz es 1, el mesón se mueve a 0,998 y en él son apreciables los efectos relativistas.
d-visto desde el “punto de vista” (o sistema de referencia) del mesón, la distancia que recorre se acorta. mientras nosotros, desde nuestro sistema de referencia, vemos 9.500 metros, el mesón “ve”, por así decirlo, seiscientos metros.
e-visto desde nuestro punto de vista, lo que se ha alargado es el tiempo de vida del mesón. él sigue “viendo” su vida como de dos millonésimas de segundo. pero si nosotros tomamos el tiempo desde que nace hasta que llega a la superficie del mar, veremos que “vive” 31,7 millonésimas de segundo. nosotros lo vemos vivir quince veces más de lo que “viviría” si estuviera en reposo con respecto a nosotros. esto no es una pelotudez que digo yo que estoy de la cabeza, está calculado.
no sé si se entendió, yo lo escribí escudriñando en amarillentas fotocopias del beisser de física moderna para estudiantes de ingeniería (una manera educada de decir “al alcance de cualquiera por más cascote que sea”).
a la larga, lo que me gusta es ese desconfiar del sentido común, de la intuición. encontrar un mesón en la superficie del mar es como encontrar un drakkar lleno de vikingos en colón y general paz. ellos, y nosotros, cada uno con nuestro signito de pregunta dibujado arriba de la cabeza.
o no sé, capaz que como leí en algún lado: tanto quilombo para inventar el láser y al final sirve para escuchar a julio iglesias.
política: nos encontramos en una rueda de aprietes,
pero es la primera, casi un precalentamiento. cuando me toque a mí, en esta instancia me van a exigir una definición. cuando eso suceda, este pibe va a terminar de sorber ruidosamente su seven up con hielo, va a depositar el vaso al lado del plato donde descansan sólo unos pocos restos de salsa y ningún raviol y va a decir: fuerza es igual a masa por aceleración.
stolen moments
1/ la leyes físicas se pueden expresar mediante ecuaciones que tienen la misma forma en todos los sistemas de referencia que se mueven a velocidad constante unos con respecto a otros.
2/ la velocidad de la luz en el espacio libre tiene el mismo valor para todos los observadores.
“estos dos postulados no parecen impresionarlos gran cosa”, nos dijo daniel molina, “y sin embargo si me hubieran prestado atención todo este rato, o incluso ahora, se estarían dando cuenta de que violentan cualquier idea de tiempo y espacio que les dicte lo que supersticiosamente llamamos sentido común.”
y ahí nos explicó lo de la ausencia de un sistema universal de referencia. lo llamó “una especie de orfandad definitiva”. un maestro, daniel, te merecés que te vaya bien.
una siesta nos estábamos haciendo un caño y tomando tereré con el guille en la terraza de su edificio, y ahí nos dimos cuenta. el guille dijo, brillante: “te imaginás, estás como un pelotudo con tu metrito, midiendo todo y en realidad no importan nada ni voooos, ni tu metriiiiito, ni un...carajo”.
esos momentos en los que parece que entendés todo, y después te olvidás. anotás la frase que dijiste, pero no es más que una traza, una raya que deja el instante.
Tuesday, September 14, 2004
Monday, September 13, 2004
si sos de córdoba
y andás al dope el mièrcoles 15 a las 16 horas, en el aula magna de la utn hay jazz progresivo (si es que eso quiere decir algo) con juego divino, nueva banda de horacio sairafi, entrada libre y gratuita, sala calefaccionada y sonido de la san puta, que más querés? si aún así te quedás en tu casa a rascarte, lo podés escuchar por la 94.3 fm utn. estás avisado.
y este jueves y viernes a las 11 horas, video: el jueves lacrimosa y el viernes residents.
y este jueves y viernes a las 11 horas, video: el jueves lacrimosa y el viernes residents.
Sunday, September 12, 2004
hoy fui a ver farenheit 9/11
pero me sentí más mal cuando me llegué a la feria del libro, que es el nombre que le han puesto a tres carpas que están frente al cabildo. me animo a hacer las siguientes apreciaciones:
el género más buscado: novelas históricas escritas por viejas, principalmente cristina bajo que es cordobesa y en consecuencia escribe peor y a la gente le gusta más.
lo más vendido: supongo que después de el código da vinci o alguna batata similar, seguirá el del cura mariani. a las viejas de acá una garcha parada no les importa, pero ponele arriba una sotana y se derretirán de morbo.
momento erótico electrizante: en el stand de la universidad nacional de córdoba, una gorda de pulover verde oliva oscuro comía un alfajor de maizena y las miguitas le caían sobre unas terribles tetas y la gorda se sacudía las migas y yo no podía dejar de mirarla.¿soy por eso un pajero? y bueno,capaz que sí.
detalle estremecedor: en una rápida recorrida, detecté tres ediciones entre buena y de lujo del simpático libelo "mi lucha", dos de ellas con el coqueto ícono del águila nazi.
así y todo hice mi comprita: una birome faber castell que pensé que era esas de gel pero no, a $2, 50. es altamente probable que mañana la vea en una librería a $1,80. pero bueno, el efectivo circula, se mueve el mercado interno, etc. no estuve tan mal, a nivel macro.
las actividades: lo más shocking de la tarde de un DOMINGO es la presentación del libro ¡hijo e´tigre...!" guía de expresiones con acento argentino de no se quien percha. si me hubiera tomado un litro de whisky y tres rohipnol hubiera ido a la lectura de poemas de la coordinadora de talleres literarios, pero no me dió.
el género más buscado: novelas históricas escritas por viejas, principalmente cristina bajo que es cordobesa y en consecuencia escribe peor y a la gente le gusta más.
lo más vendido: supongo que después de el código da vinci o alguna batata similar, seguirá el del cura mariani. a las viejas de acá una garcha parada no les importa, pero ponele arriba una sotana y se derretirán de morbo.
momento erótico electrizante: en el stand de la universidad nacional de córdoba, una gorda de pulover verde oliva oscuro comía un alfajor de maizena y las miguitas le caían sobre unas terribles tetas y la gorda se sacudía las migas y yo no podía dejar de mirarla.¿soy por eso un pajero? y bueno,capaz que sí.
detalle estremecedor: en una rápida recorrida, detecté tres ediciones entre buena y de lujo del simpático libelo "mi lucha", dos de ellas con el coqueto ícono del águila nazi.
así y todo hice mi comprita: una birome faber castell que pensé que era esas de gel pero no, a $2, 50. es altamente probable que mañana la vea en una librería a $1,80. pero bueno, el efectivo circula, se mueve el mercado interno, etc. no estuve tan mal, a nivel macro.
las actividades: lo más shocking de la tarde de un DOMINGO es la presentación del libro ¡hijo e´tigre...!" guía de expresiones con acento argentino de no se quien percha. si me hubiera tomado un litro de whisky y tres rohipnol hubiera ido a la lectura de poemas de la coordinadora de talleres literarios, pero no me dió.
Saturday, September 11, 2004
inseguridad
-¿cómo es aquello de que te chorearon en barrio comercial, que contaste una vez?
-esa fue con el negro banana, que trabajábamos en arcor. en barrio cabildo fue eso, no en comercial. cerca de la universidad católica.
-cerca del cotolengo, para aquel lado…
-claro, pero de este lado de la ruta, no del lado del cotolengo. y bueno... nos asaltan en un almacén de un barrio de calles de tierra, viste, bien humilde, eran como quince guasos. en realidad más que un asalto fue... como pedir permiso. “che papito, te vamos a sacar todo lo que te quedó de arcor en la camioneta esa”, te imaginás yo: “ pero sí, maestro, dale...” por suerte era una hora que teníamos no sé, cuatro o cinco planchas de dulce de batata, en esas cajas de madera, me acuerdo todo de vainilla o veteado con chocolate, que ese era el lujito, y unas latas de duraznos al natural, de tomates perita, choclo, arvejas...caramelos, de todo había pero debía ser un peso de cincuenta kilos lo que se chorearon estos guasos. cuando en esa camioneta cargábamos ochocientos kilos, ponéle. y en un pasamanos lo van pasando a una rural falcon reventada que tenían. a todo esto los guasos estaban con una damajuana de vino. y uno me dice “te querés tomar un vino, gordo?” y me la calcé en el hombro, viste, de esa forma rara que te ponés la damajuana acá y empecé a tomar, tuc tuc tuc tuc... hasta que me la han sacado, “eh, pará...” yo estaba con bastante guita en efectivo. no me la tocaron. no la vieron, tampoco, estaba encanutada en un lugar bastante raro de la camioneta.
-pero tampoco preguntaron.
-no, ni hablaron de plata, era algo como para la noche, como para caer con cinco kilos de dulce de batata a la casa. bastante buena onda.
-un choreo simpático...
-si sí, ese podría ser el título, un choreo simpático
-...en el que los choros salieron perdiendo cuatro de los cinco litros de la damajuana de vino.
-no te digo tanto pero casi casi. yo les tomé unos lindos tragos y el negro banana también.
-esa fue con el negro banana, que trabajábamos en arcor. en barrio cabildo fue eso, no en comercial. cerca de la universidad católica.
-cerca del cotolengo, para aquel lado…
-claro, pero de este lado de la ruta, no del lado del cotolengo. y bueno... nos asaltan en un almacén de un barrio de calles de tierra, viste, bien humilde, eran como quince guasos. en realidad más que un asalto fue... como pedir permiso. “che papito, te vamos a sacar todo lo que te quedó de arcor en la camioneta esa”, te imaginás yo: “ pero sí, maestro, dale...” por suerte era una hora que teníamos no sé, cuatro o cinco planchas de dulce de batata, en esas cajas de madera, me acuerdo todo de vainilla o veteado con chocolate, que ese era el lujito, y unas latas de duraznos al natural, de tomates perita, choclo, arvejas...caramelos, de todo había pero debía ser un peso de cincuenta kilos lo que se chorearon estos guasos. cuando en esa camioneta cargábamos ochocientos kilos, ponéle. y en un pasamanos lo van pasando a una rural falcon reventada que tenían. a todo esto los guasos estaban con una damajuana de vino. y uno me dice “te querés tomar un vino, gordo?” y me la calcé en el hombro, viste, de esa forma rara que te ponés la damajuana acá y empecé a tomar, tuc tuc tuc tuc... hasta que me la han sacado, “eh, pará...” yo estaba con bastante guita en efectivo. no me la tocaron. no la vieron, tampoco, estaba encanutada en un lugar bastante raro de la camioneta.
-pero tampoco preguntaron.
-no, ni hablaron de plata, era algo como para la noche, como para caer con cinco kilos de dulce de batata a la casa. bastante buena onda.
-un choreo simpático...
-si sí, ese podría ser el título, un choreo simpático
-...en el que los choros salieron perdiendo cuatro de los cinco litros de la damajuana de vino.
-no te digo tanto pero casi casi. yo les tomé unos lindos tragos y el negro banana también.
Friday, September 10, 2004
estoy leyendo una biografía de philip k dick, ya conté
y saqué esto:
-sé muy bien que no eres malo, sé que te das a los pobres, que envías cheques a las asociaciones benéficas, que el sufrimiento de los niños y los gatos te conmueve hasta saltarte las lágrimas. pero esto no cambia nada el hecho de que sigues siendo incapaz de sentir empatía. por más que lo quieras, que implores, no tienes más acceso a los demás que al mundo real, sensorial, a la verdadera vida, de la que siempre te separa un cristal blindado. es ése el pecado mortal, y ni siquiera es por tu culpa. eres más víctima que culpable. el pecado no es una elección moral, sino una enfermedad del espíritu, que lo condena a no conocer otro comercio aparte del suyo o sea, a la repetición eterna. sufres de esa enfermedad: estás obligado a permanecer confinado en el laberinto de tu cerebro, nunca escuchas ni has escuchado, ni escucharás nada fuera de las cintas magnéticas en las que, en circuito cerrado, se imprime y reproduce tu voz. no te hagas ilusiones, es ella la que escuchas en este momento, es ella la que te dice esto. a veces te dejas engañar, porque para soportarse esta voz ha aprendido a falsificar otras, a servirse del eco, a hablar como un ventrílocuo. pero en realidad estás solo, como nixon en su despacho oval plagado de micrófonos que se ponen en marcha cuendo él dice "mierda". pero él, de alguna manera, ha tenido suerte: lo obligaron a que entregara sus cintas, las escucharon y luego lo echaron de su bunker. a tí nadie te hará ese favor. hasta el último de tus días podrás escucharte tranquilamente, contradecirte y acabar dándote la razón.
-¿a eso le llamas darme la razón?
-exactamente. además, tienes razón.
-sé muy bien que no eres malo, sé que te das a los pobres, que envías cheques a las asociaciones benéficas, que el sufrimiento de los niños y los gatos te conmueve hasta saltarte las lágrimas. pero esto no cambia nada el hecho de que sigues siendo incapaz de sentir empatía. por más que lo quieras, que implores, no tienes más acceso a los demás que al mundo real, sensorial, a la verdadera vida, de la que siempre te separa un cristal blindado. es ése el pecado mortal, y ni siquiera es por tu culpa. eres más víctima que culpable. el pecado no es una elección moral, sino una enfermedad del espíritu, que lo condena a no conocer otro comercio aparte del suyo o sea, a la repetición eterna. sufres de esa enfermedad: estás obligado a permanecer confinado en el laberinto de tu cerebro, nunca escuchas ni has escuchado, ni escucharás nada fuera de las cintas magnéticas en las que, en circuito cerrado, se imprime y reproduce tu voz. no te hagas ilusiones, es ella la que escuchas en este momento, es ella la que te dice esto. a veces te dejas engañar, porque para soportarse esta voz ha aprendido a falsificar otras, a servirse del eco, a hablar como un ventrílocuo. pero en realidad estás solo, como nixon en su despacho oval plagado de micrófonos que se ponen en marcha cuendo él dice "mierda". pero él, de alguna manera, ha tenido suerte: lo obligaron a que entregara sus cintas, las escucharon y luego lo echaron de su bunker. a tí nadie te hará ese favor. hasta el último de tus días podrás escucharte tranquilamente, contradecirte y acabar dándote la razón.
-¿a eso le llamas darme la razón?
-exactamente. además, tienes razón.
epa
hasta ahora la mugre orgánica vino momificándose. con la llegada del verano este comportamiento trocará en putrefacción, se impone una limpieza. venía pensando en esto durante mi regular caminata por la ciudad universitaria, cuando me tropecé con esta frase: capaz que cuando remueva la basura me encuentre con un cadáver.
Thursday, September 09, 2004
no conocía tool
los videos están buenos, la música no sé, a mí las bandas de ahora me suenan casi todas igual (de vuelta el viejo malo).
estoy medio en otra, estos días. les muestro un pedazo de un cuento que estoy terminando de corregir, es decir recortar:
-Cuando éramos chicos, todavía. Habíamos salido a cazar. Vos no habías venido, no me acuerdo por qué. Se me ocurrió porque yo cerré el baúl del auto. Él agarró su Itaka primero. Yo agarré la mía y me colgué el bolso con los cartuchos, y para cuando cerré el baúl, él ya se había puesto en camino hacia el monte, unos diez pasos adelante mío. Lo ví de espaldas y me dije: lo voy a matar. Hoy lo mato. Nos metimos en el monte, te lo cuento y es como si lo estuviera viviendo ahora: me temblaban las piernas y me sentía más liviano, del pánico. Yo ya había matado un par de animales más o menos grandes, chanchos del monte, corzuelas. Pero nada de ese tamaño. Yo tenía miedo de no voltearlo ni con un tiro de cerca. Pensé: si le tiro a los pulmones, le pongo toda la perdigonada adentro y si no lo mato, tengo posibilidad de otro tiro. Me acerqué un par de pasos y le apunté a la espalda. Monté la escopeta y él se dio vuelta rapidísimo, apuntándome. “¿Qué hacés?”, me dijo. Yo le contesté que me había parecido ver moverse algo. “Yo no escuché nada”. Me miró un ratito y me dijo que ahora que tenía la escopeta montada , fuera yo adelante. Y después ya no me animé.
-¿Y cazaron algo ese día?
-No, nada. Estuvimos un ratito y nos volvimos.
La mujer abrió el vientre de un pescado con un cuchillo y le sacó las tripas. Lo lavó cuidadosamente, le metió adentro un relleno que parecía a base de arroz y lo cosió con aguja e hilo. Jorge gatilló sobre ella un par de veces más.
-¿Querés que tiremos unos tiros?
-¿Cómo tirar unos tiros?
-Con la pistola, boludo. Acá en el patio.
-Estás loco, vamos a ir en cana.
-Dale. En el auto tengo whisky.
Jorge prendió otro porro, le dio un par de pitadas y se lo pasó a Gabriel, que venía de acomodar una docena de botellas y latas para que sirvieran de blanco.
Afuera, el sol de la siesta era de otro planeta. Gabriel terminó un sorbo de whisky y sintió un sacudón en la cabeza, una especie de declaración oficial de borrachera. Cargó la pistola, la montó y disparó. Una pequeña nube de polvo delató el golpe de la bala contra el piso. Le pasó la pistola a Jorge, que apuntó cuidadosamente antes de tirar. La bala rebotó en el muro, pasó silbando a un costado de Gabriel y rompió una maceta. Tiraron dos cargadores sin acertarle a ninguno de los blancos, los rebotes picando cerca. Un vecino se asomó por encima del muro.
-¿Qué están haciendo, inconscientes?¡Acá vive gente!¿Cómo van a estar a los tiros?
Gabriel bajó la pistola y miró al vecino, un hombre en camiseta de unos sesenta años, calvo y con unas cejas muy pobladas. El tipo también lo miró, esperando una respuesta. Centarti levantó el brazo, alineó su ojo, el alza y el guión con el entrecejo del vecino y disparó. La bala pasó como a un metro de la cabeza del viejo y agujereó el tanque de agua de fibrocemento que estaba arriba del techo. El tipo se escabulló para el otro lado del muro y gritó:
-¡Hijos de puta!¡Voy a llamar a la policía!
-¡Decí algo, viejo de mierda y te arranco la cabeza!
Se rieron. Tiraron un cargador más. La mayoría de las latas y botellas no se movió de su lugar.
-Bueno, basta.- dijo Jorge -Ya está.
estoy por desgrabar, mañana o pasado. ya subiré algo.
estoy medio en otra, estos días. les muestro un pedazo de un cuento que estoy terminando de corregir, es decir recortar:
-Cuando éramos chicos, todavía. Habíamos salido a cazar. Vos no habías venido, no me acuerdo por qué. Se me ocurrió porque yo cerré el baúl del auto. Él agarró su Itaka primero. Yo agarré la mía y me colgué el bolso con los cartuchos, y para cuando cerré el baúl, él ya se había puesto en camino hacia el monte, unos diez pasos adelante mío. Lo ví de espaldas y me dije: lo voy a matar. Hoy lo mato. Nos metimos en el monte, te lo cuento y es como si lo estuviera viviendo ahora: me temblaban las piernas y me sentía más liviano, del pánico. Yo ya había matado un par de animales más o menos grandes, chanchos del monte, corzuelas. Pero nada de ese tamaño. Yo tenía miedo de no voltearlo ni con un tiro de cerca. Pensé: si le tiro a los pulmones, le pongo toda la perdigonada adentro y si no lo mato, tengo posibilidad de otro tiro. Me acerqué un par de pasos y le apunté a la espalda. Monté la escopeta y él se dio vuelta rapidísimo, apuntándome. “¿Qué hacés?”, me dijo. Yo le contesté que me había parecido ver moverse algo. “Yo no escuché nada”. Me miró un ratito y me dijo que ahora que tenía la escopeta montada , fuera yo adelante. Y después ya no me animé.
-¿Y cazaron algo ese día?
-No, nada. Estuvimos un ratito y nos volvimos.
La mujer abrió el vientre de un pescado con un cuchillo y le sacó las tripas. Lo lavó cuidadosamente, le metió adentro un relleno que parecía a base de arroz y lo cosió con aguja e hilo. Jorge gatilló sobre ella un par de veces más.
-¿Querés que tiremos unos tiros?
-¿Cómo tirar unos tiros?
-Con la pistola, boludo. Acá en el patio.
-Estás loco, vamos a ir en cana.
-Dale. En el auto tengo whisky.
Jorge prendió otro porro, le dio un par de pitadas y se lo pasó a Gabriel, que venía de acomodar una docena de botellas y latas para que sirvieran de blanco.
Afuera, el sol de la siesta era de otro planeta. Gabriel terminó un sorbo de whisky y sintió un sacudón en la cabeza, una especie de declaración oficial de borrachera. Cargó la pistola, la montó y disparó. Una pequeña nube de polvo delató el golpe de la bala contra el piso. Le pasó la pistola a Jorge, que apuntó cuidadosamente antes de tirar. La bala rebotó en el muro, pasó silbando a un costado de Gabriel y rompió una maceta. Tiraron dos cargadores sin acertarle a ninguno de los blancos, los rebotes picando cerca. Un vecino se asomó por encima del muro.
-¿Qué están haciendo, inconscientes?¡Acá vive gente!¿Cómo van a estar a los tiros?
Gabriel bajó la pistola y miró al vecino, un hombre en camiseta de unos sesenta años, calvo y con unas cejas muy pobladas. El tipo también lo miró, esperando una respuesta. Centarti levantó el brazo, alineó su ojo, el alza y el guión con el entrecejo del vecino y disparó. La bala pasó como a un metro de la cabeza del viejo y agujereó el tanque de agua de fibrocemento que estaba arriba del techo. El tipo se escabulló para el otro lado del muro y gritó:
-¡Hijos de puta!¡Voy a llamar a la policía!
-¡Decí algo, viejo de mierda y te arranco la cabeza!
Se rieron. Tiraron un cargador más. La mayoría de las latas y botellas no se movió de su lugar.
-Bueno, basta.- dijo Jorge -Ya está.
estoy por desgrabar, mañana o pasado. ya subiré algo.
Wednesday, September 08, 2004
cartelera
si hay alguien de córdoba que lee esto y está al vicio a las once de la mañana: hay video/dvd en pantalla gigante en el aula magna de la utn. el cronograma es:
jueves 9: tool, "salival"
viernes 10: dream theater, "images and words live in tokyo"
jueves 16: lacrimosa, "the live history"
viernes 17: the residents, "live rockefeller oslo 2003"
en octubre, nos pondremos un poco más sistemáticos. la entrada es libre y gratuita, no en vano antes la utn se llamaba universidad obrera.
jueves 9: tool, "salival"
viernes 10: dream theater, "images and words live in tokyo"
jueves 16: lacrimosa, "the live history"
viernes 17: the residents, "live rockefeller oslo 2003"
en octubre, nos pondremos un poco más sistemáticos. la entrada es libre y gratuita, no en vano antes la utn se llamaba universidad obrera.
esto a boris vian no le pasaba
gabriel tiene que soñar que se encuentra con un empleado de matadero que le dice un par de cosas. después gabriel y su hermano chocan con el auto y el cuento termina con gabriel mirando a su hermano matar mosquitos en la banquina iluminado por los faros del auto, como una especie de king kong mutilado. esta es la página que me falta. y listo, me quedan tres o cuatro días para corregir.
la mañana pintaba tranquila y traté de escribirla acá. el sólo hecho de abrir el word desató un diluvio de plomazos que se apencaron al lado de mi computadora. d. es uno de ellos, quizás el peor. su vida gira alrededor de tres ejes: su trabajo de bedel, su nieta y su segundo trabajo como gestor. escucharlo es una tortura, porque encima tiene una especie de talento literario como para hablar de esos temas tan poco electrizantes durante HORAS. no importa la cara que le hagas, lo parco que seas en las contestaciones. no responde a las señales sutiles de aburrimiento, ni siquiera a las más directas. soy tan pervertido que a veces le sigo el hilo e investigo la manera en la que puede escupir palabras como una ametralladora alcohólica. lo hago casi por curiosidad técnica, no es poco tener un tema de mierda y poder sacarle tanto jugo. pero hoy, por favor, hoy no.
boris vian armaba sus quilombos amparado en la seguridad de su empleo en una oficina del estado en la que nunca laburó. el trabajaba allá, yo trabajo acá, y así están las cosas.
la mañana pintaba tranquila y traté de escribirla acá. el sólo hecho de abrir el word desató un diluvio de plomazos que se apencaron al lado de mi computadora. d. es uno de ellos, quizás el peor. su vida gira alrededor de tres ejes: su trabajo de bedel, su nieta y su segundo trabajo como gestor. escucharlo es una tortura, porque encima tiene una especie de talento literario como para hablar de esos temas tan poco electrizantes durante HORAS. no importa la cara que le hagas, lo parco que seas en las contestaciones. no responde a las señales sutiles de aburrimiento, ni siquiera a las más directas. soy tan pervertido que a veces le sigo el hilo e investigo la manera en la que puede escupir palabras como una ametralladora alcohólica. lo hago casi por curiosidad técnica, no es poco tener un tema de mierda y poder sacarle tanto jugo. pero hoy, por favor, hoy no.
boris vian armaba sus quilombos amparado en la seguridad de su empleo en una oficina del estado en la que nunca laburó. el trabajaba allá, yo trabajo acá, y así están las cosas.
Monday, September 06, 2004
tengo halo scan
merced a la paciente tutoría de angelus, tengo halo scan. ahora es más cómodo no comentar, aprovechen!!
lo que sí, dejé el sistema de blogger, como para que no todo sea tan sencillo.
angelus, mi agradecimiento es eterno.
lo que sí, dejé el sistema de blogger, como para que no todo sea tan sencillo.
angelus, mi agradecimiento es eterno.
dead can dance
-¿qué le pasó al puma rodríguez?
-no sé quien se la cepilló a la hija y anda diciendo que la violaron.
-es un hijo de puta el puma rodriguez, cuando la mujer tuvo un aborto espontáneo, le sacó fotos y se las vendió a una revista.
-que, la sangre, todo?
-no, la mujer entrando al hospital, todo eso. lo otro ya es un poco demasiado.
-lo que pasa es que está en las últimas. medio pelado, incluso...
-sale en la tele haciendo una propaganda de viagra o algo para que se te pare la garcha.
-y claro... eso es una declaración pública de que estás en la lona.
-como maría belén aramburu haciendo esa propaganda de laxante.
-claaaaro!. no hay vida después del aviso de laxante!!.
-no hay vida después del anuncio de laxante.
-no sé quien se la cepilló a la hija y anda diciendo que la violaron.
-es un hijo de puta el puma rodriguez, cuando la mujer tuvo un aborto espontáneo, le sacó fotos y se las vendió a una revista.
-que, la sangre, todo?
-no, la mujer entrando al hospital, todo eso. lo otro ya es un poco demasiado.
-lo que pasa es que está en las últimas. medio pelado, incluso...
-sale en la tele haciendo una propaganda de viagra o algo para que se te pare la garcha.
-y claro... eso es una declaración pública de que estás en la lona.
-como maría belén aramburu haciendo esa propaganda de laxante.
-claaaaro!. no hay vida después del aviso de laxante!!.
-no hay vida después del anuncio de laxante.
miscelánea bulto
si mi vuelo gallináceo ya no era un paradigma de la elegancia y/o el estilo, la charla con c. surtió el efecto de un tuercazo en el gañote. lo poco que me quedaba de cerebro fue a parar a otro trabajo, ejem, literario. de ahí mi ausencia de un par de días.
el sábado me compré un libro sobre philip k. dick ("yo estoy vivo, vosotros estáis muertos"), transcribo:
primer deseo: quiero conocer la verdad; quiero remontar el río del olvido;quiero que me muestren qué hay en el fondo del saco.
concedido.
segundo deseo:quiero olvidar, nunca más tener que volver a pensar en lo que he visto, olvidar la historia del niño, olvidar esta historia de los tres deseos, olvidar que tengo derecho a un tercer deseo. quiero olvidarlo todo.
concedido: conservas el derecho al tercer deseo pero, te lo prometemos, nunca lo sabrás. está olvidado.
ahora, duérmete.
el sábado me compré un libro sobre philip k. dick ("yo estoy vivo, vosotros estáis muertos"), transcribo:
primer deseo: quiero conocer la verdad; quiero remontar el río del olvido;quiero que me muestren qué hay en el fondo del saco.
concedido.
segundo deseo:quiero olvidar, nunca más tener que volver a pensar en lo que he visto, olvidar la historia del niño, olvidar esta historia de los tres deseos, olvidar que tengo derecho a un tercer deseo. quiero olvidarlo todo.
concedido: conservas el derecho al tercer deseo pero, te lo prometemos, nunca lo sabrás. está olvidado.
ahora, duérmete.
Friday, September 03, 2004
amar es querer cortarse los huevos
habitualmente trato de evitar hablar con (incluso de) c., de la misma manera que evito mirar vidrieras de cosas que no puedo comprar. lo bien que hago, anoche me la encontré en el msn. cada vez que termino de hablar con ella me quedo con ese sentimiento del poema de auden: paren los relojes, detengan las máquinas.hagan callar los pianos,pongan cintas de luto en los cuellos de los cisnes, apaguen las estrellas, descuelguen la luna, echen el mar por el desague y talen los bosques, porque nada podrá hacerme bien.
en fin...
aprender a vivir con la mutilación. existe un futuro, etc.
en fin...
aprender a vivir con la mutilación. existe un futuro, etc.
Wednesday, September 01, 2004
cuando estoy aburrido,
lo provoco al tipo que nos trae el "prensa obrera" a la radio. le tiro un par de chicanas fáciles y el tipo levanta vuelo como un barrilete. después, la discusión se alarga ad infinitum y yo digo "para qué miércoles habré empezado".
low batt
el 15 es el último día que tengo para mandar un cuento a un concurso. de un estimado de diez, doce páginas llevo escritas seis, y ya sé de qué va todo. ¿por que cornos entonces no avanzo más de un párrafo por día?. escribir es como caminar en la gelatina.
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