Saturday, February 25, 2006

reflexiones de un ex votante de izquierda unida (me da ocupado hasta el *111)

escuchando: journey to the secret life of plants, stevie wonder. mi ex mujer se compró un golden retriever y aprendió a nadar. yo en cambio, eh... bueno, mejor no hablar de ciertas...cosas.

1-hay mujeres como acontecimientos históricos: se producen por primera vez en nuestra vida como suceso y tienen derecho a una segunda existencia como farsa. acontecimiento de la pasión, farsa del trabajo de duelo.
2-es difícil remediar nuestra propia tristeza porque somos sus cómplices. es difícil remediar la de otros porque somos sus cautivos.
3-pronto los anteojos no serán más que una prótesis. pero serán el atributo hereditario de una especie en la cual la mirada habrá desaparecido.
(baudrillard, “cool memories”)

no escribo sobre mi mismo porque soy una persona de las que deben ser ignoradas. por fallido, por intrascendente, por cordobés. de las personas que dejarán como único testimonio una pequeña diferencia, un pequeño delta entre el volumen del aire inspirado y expirado, cambios infinitesimales en la relación O/CO/CO2 de la primera capa de la atmósfera. mishima dice (no cito textualmente) que el suicidio vale únicamente para las personas jóvenes. pasada una edad, uno ya no va a dejar un cadáver hermoso. después de un tiempo, uno se va, por así decirlo, “ensuciando” con la vida, con esa serie de acontecimientos feos, chiquitos. el suicidio joven es la tragedia de lo que no sucedió, mientras que pasada la primera juventud, el suicidio es el intento de separarse de lo mal hecho. pero no hay manera de separarse de eso. uno ya existe, ya fijó su imagen en las miradas de otros, ya hundió su dedo en el implacable cemento fresco de la fealdad. de ahí no hay retorno. es desconsolador.


leyendo el segundo tomo de “sangre y tierra”, las memorias del inmovilista paraguayo antonio de melli, me entero de que este tipo estuvo varado en córdoba unos años. su estadía en la ciudad de las cruces y los cementerios, por lo que cuenta, fue extremadamente embolante:
“este lugar es la sede de residencia del demonio del aburrimiento y la opresión. escucho voces que me dicen: aprendé a mirar este barro pibe, porque no hay orilla. acostumbrate, chapaleá, respiralo. este barro es tu hogar. comprate un televisor y poné cable, instalate porque de acá no salís más.
tengo que empezar a ponerme en onda: decidir si me compro una camiseta de talleres o belgrano, si soy un cordobés negro de mierda y bailo con la mona jiménez o un cordobés culto y voy al teatro del libertador las diez mil veces al año que va jairo a cantar el ave maría. tengo que ponerme a escribir algo a ver si la voz del interior me lo publica sin pagármelo. algo bien feo sobre jardín florido, la cañada o la torre angela, sobre la identidad cordobesa. si escribo diez o veinte de esos, después los recopilo en un librito, pago para que me hagan una edición fea que le regalaré a los vecinos y me convierto en un escritor cordobés y tengo una mesita en la feria del libro. y la tierra empieza a caer encima mío pero (eso ya lo dijimos) tampoco es ningún consuelo.”

prrrrrhehey, los veo la próxima. pero no hay próxima. a partir de ahora, amigos, es todo el mismo instante congelado. visiten otros prados, beban en otros arroyos. acá se viene la septicemia.

Saturday, February 18, 2006

tengo la certeza de que muriendo joven se contribuye decisivamente para la cultura de la patria


leyendo: “falconer”, john cheever. tomando tereré. calorrrrrrrrr. acabo de trazar las primeras líneas del cuento que debo terminar antes del 10 de marzo. escuchando: gong, “hymnalayas”.

tengo una colonia de hormigas habitando mi teclado. misteriosamente (y toco madera) la lectograbadora de cd ha vuelto a la vida, cuanta pornografía olvidada, que gratos momentos he vuelto a pasar.

en la revista “así” del 4 de enero de 1964, se publica la carta de un lector de la localidad cordobesa de balnearia, pidiendo información sobre dónde internar a un niño retardado que no es agresivo pero “incurre en conductas que hacen peligrar su integridad física”. se hace el pedido porque la madre no puede dejar de trabajar y cuando sale debe dejarlo atado con una soga a los barrotes de la ventana, o encerrado con llave en una de las habitaciones.

“la calle estaba llena de víctimas del bombardeo. de los cadáveres envueltos en frazadas sólo daba para ver los ojos, o mejor dicho los globos oculares. una cosa se inflamó en mi pecho. me sentí reanimado y revigorizado por el desfile de sufrimientos que pasaba delante de mí. sentía el mismo entusiasmo causado por una revolución. en el incendio, aquellos infelices habían presenciado la destrucción total de todos los indicios de su existencia como seres humanos. con sus propios ojos, habían visto relaciones de amistad, parentesco, amores, odios, sentido común, riquezas, todo deshaciéndose en la humareda. (...) en sus rostros yo percibía trazos del agotamiento de aquel que acaba de asistir a un drama espectacular. contaban con aspaviento y alarde los peligros enfrentados. formaban, en el verdadero sentido de la palabra, una horda de sublevados, una turba que albergaba una insatisfacción fulgurante, un descontento desbordante, triunfal, fogoso.
(...)
se comentaba que iban a tirar una tercera bomba sobre tokio. era nuestra última chance. de camisa y zapatos blancos, yo deambulaba por las calles. las personas, después de pasar por el peor momento de desesperación, hablaban de sus problemas con un aire más animado. las horas se pasaban sin que nada aconteciese. por todos lados reinaba una atmósfera de auténtica exaltación. era como si la gente siguiese soplando un globo ya a punto de explotar, de pura curiosidad: ‘¿será que va a reventar?¿será que va a reventar?’” (yukio mishima, “confesiones de una máscara”)

veinte grandes éxitos de la especie humana. jean marie le pen: “¿cómo demuestro que no soy racista?¿acaso debo casarme con una negra comunista enferma de sida?”

no conformes con ser ignorados por el mundo en internet, decidimos fracasar también en soporte papel. próximamente en todos los retretes el segundo número de gentileza del kursk, esfuerzo colectivo de doctorakaiten, cero comments y este humilde espacio. y no pidan más porque no hay.

la tapa del engendro.

Tuesday, February 14, 2006

“el buen caballo corre con sólo ver la sombra de la fusta” (buda)


-mucho más grandes que nosotros. imagínese algo de este tamaño caminando. imagíneselo acá, ahora. enorme. masticando lentamente, con toda la paciencia del mundo, calentándose al sol. imagine las marchas migratorias. cada animal pesaba treinta toneladas. cien de esos animales sacudiendo la tierra a su paso. casi no tenían predadores, eran demasiado grandes. el tiempo era pastar y chapotear en pantanos hasta morir de viejos. deben haber sido unos seres magníficamente despreocupados. usted ha deseado morir, supongo.
-algunas veces. como todo el mundo. (yo de hecho hacía un tiempo venía, por así decirlo, considerándolo).
-no me imagino a un bicho de éstos deseando morir. seguramente el tema no les interesaba. este era un mejor planeta cuando estaban ellos. nuestra especie (como casi todas las especies de ahora) es una expresión de la decadencia de la vida en la tierra. somos más chiquitos, más eficaces. nosotros morimos de unas maneras enanas, horribles. ellos caían tumbando árboles, aplastando cosas y tardaban meses en pudrirse del todo.
(antonio de melli, “mis años como pedazo de carne destrozada - conversaciones con alfredo stroessner: el presidente, el militar, el ser humano”, 1988)

“a la entrada del salón había un cartel en el que las palabras ‘swing prohibido’ habían sido alteradas a ‘swing exigido’. los participantes acompañaban las danzas y canciones, sin excepción, cantando las letras inglesas. de hecho, durante toda la velada intentaban hablar solamente en inglés; en algunas ocasiones, sólo francés. la banda tocaba temas más y más salvajes; ninguno de los músicos estaba ya sentado. todos se ‘meneaban’ de pie en el escenario como criaturas locas.” (del informe de un espía de las juventudes hitlerianas sobre una reunión de jazz)

mientras atiendo mis otros, ejem, proyectos creativos, estoy leyendo un libro sobre la vida durante los primeros años del nazismo en el poder. recorto otras cositas:

“la exposición de arte degenerado, que abrió en la ciudad de munich en 1937, comprendía unas 730 piezas creadas por alemanes como emil nolde, mex beckmann y otros, y no alemanes como marc chagall y piet mondrian. las pinturas fueron exhibidas entremezcladas y sin marcos, y fueron colgadas bajo extravagantes titulares como ‘así es la naturaleza vista por las mentes enfermas” y “los judíos anhelan la vuelta de la desolación”. ante el desánimo de los nacional socialistas, fue la más popular exhibición de pinturas jamás organizada en el tercer reich, y atrajo a dos millones de personas, cinco veces el número de los que visitaron la exposición simultánea de arte aprobado. queda la duda de cuántos fueron en señal de protesta y para echar una última mirada a ese gran arte destinado a la destrucción, y cuántos deseaban confirmar sus prejuicios contra el arte moderno y demostrar su acuerdo con el nuevo establishment cultural.”

“el surrealismo y el expresionismo son obra de cavernícolas culturales, enanos estéticos y tartamudos artísticos. la hierba debe ser verde, el cielo azul, y los surcos arados del precioso suelo alemán tan perfectamente trazados que el espectador pueda contarlos uno a uno” (adolf hitler)

y esta díganme si no es simpática: “julius streicher, editor de la escabrosa ‘der stürmer’ y gauleiter de franconia, se mostró en una ocasión tan ultrajado por las críticas periodísticas sobre un show de variedades, que arrastró a los críticos al teatro y los obligó a cantar y caminar sobre la cuerda floja frente a los actuantes. en 1936 goebbels fue un paso más allá y prohibió todas las críticas de arte.”

gutéi levantaba el dedo cuando se le formulaba una pregunta sobre el zen. un muchacho asistente se dio a imitarlo. cuando alguien le preguntaba sobre qué había predicado su maestro, él levantaba el dedo.
gutéi se enteró de la travesura del muchacho. asió de él y le cortó el dedo. el muchacho salió corriendo y gritando. gutéi lo llamó y el muchacho se detuvo. guando volvió la cabeza hacia gutéi, éste levantó el dedo. en ese mismo instante, el muchacho alcanzó la iluminación. (“el dedo de gutéi”, koan zen)

Friday, February 10, 2006

un hilito de baba le corría por la comisura de la boca, acariciaba el trozo de enagua que le había robado a isabel sarli en el estreno de “sabaleros”


me llevo al baño el número de febrero de 1979 del selecciones del reader´s digest. en la página 41 me encuentro con un test: “¿necesita usted siquiatra? ¿está usted en la categoría de los emocionalmente perturbados? las veinte preguntas siguientes le ayudarán a decidir.”
hay preguntas como “¿piensa que posee usted fuerzas superiores o que otras personas emplean poderes sobrenaturales para perjudicarlo?”; “¿ve cosas o tiene sensaciones que nadie más ve o siente?”; “¿le preocupa el peligro de contaminarse de microbios?”, que son preguntas que mal que mal tienen alguna lógica (aunque susceptibles de respuestas tipo “no pienso que tengo poderes sobrenaturales, doctor, lo que sucede es que yo ¡¡¡REALMENTE tengo poderes sobrenaturales!!!”) pero hay otras que sinceramente no entiendo a qué corno vienen, por ejemplo:
-cuándo se reúne con un grupo de amigos, ¿logra usted que los demás acepten su proposición de ir a cierto restaurante o ver tal película?
-¿le resulta muy difícil tomar cierto tipo de decisiones, como elegir un abrigo nuevo o resolver la forma más adecuada de resolver el fin de semana?
las opciones para responder son a-siempre, b-casi siempre, c-con frecuencia, d-ocasionalmente, e-excepcionalmente, f-nunca.


el título de este post es autoría de juan carlos colombres, landrú, uno de los grandes genios vivos del humor nacional (el otro es el gordo mesa). conseguí a seis mangos una especie de mezcla de biografía con selección de trabajos que se llama “landrú por landrú”. pasé un muy buen rato reencontrándome con cosas que son una barbaridad de buenas. mis favoritos son el señor porcel, la familia cateura, jacinto w. el reblan (“¡a mí me gustan los chipichipi, los calypsos y los uleolai. Yo tengo el long play de todos los cha cha cha dedicados a fidel castro!¡yo tengo todo ‘el cha cha cha de los barbudos!¡yo soy un vejete chacotón y pichicatero, tururú tururú!¿hay falopa o no hay falopa?¡hay falopa!”) y fofolfi un niño abominable.
de chico, leí una del señor porcel que el tipo volvía loco a un carnicero en un diálogo delirante que empezaba con “buenas tardes, por favor no me venda un kilo de lomo”.

la otra cosa que estuve leyendo es un libro sobre la segunda guerra mundial: “la maquinaria de destrucción soviética”, de earl ziemke. me entero, entre otras cosas, de la batalla de kursk (tres mil quinientos tanques cagándose a tiros por las calles de una ciudad). me gusta el tanque alemán “ferdinand”, definido como “más letal para su propia tripulación de seis hombres, que para los tanques enemigos”. el diseño era un delirio de ferdinand porsche, inventor del volkswagen escarabajo, que ya venía en falsa escuadra: había construido un coche de carreras con un motor de seis litros, tan potente que sólo tres pilotos habían aceptado manejarlo, dos de los cuales perecieron en el intento.
hitler era muy admirador de porsche y permitió que se construyera esa gigantesca batata que era una sumatoria de defectos: debido a su exagerado blindaje, sus dos motores apenas lo hacían alcanzar los 20 km/h en terreno llano. como ya era muy pesado, decidieron deshacerse de la maquinaria que movía la torreta, de tal manera que era casi imposible apuntar el cañon (se movía sólo 14 grados, manualmente). no tenía ametralladoras de protección y los soldados soviéticos se podían acercar tranquilamente y destruir las orugas antes de hacer volar el tanque entero. el “ferdinand” fue sepultura de lo mejorcito de las waffen ss. lo de “mejorcito”, claro, es una expresión más bien relativa.
que simpático el tipo que diseña su juguetito y manda a un centenar de pelotudos (se fabricaron pocos tanques) a morir adentro de él, ¿no?

¿el mundo real? sí, he he también lo estuve caminando un ratito. es más lindo éste, lejos.

Friday, February 03, 2006

a veces el hougan y el bokor viven en la misma persona

en el momento en que escribo esto acaban de hacer tres horas desde que volví a este lugar. desde que salí de buenos aires la tristeza se me subió arriba como un hipopótamo con fiaca. y la sincronicidad enmarcándolo todo: el cruce varela ya es un lugar deprimente de manera intrínseca, pero la lluvia lo empeoraba. el asiento que me tocó en el colectivo estaba diseñado para personas de un metro veinte de estatura y el aire acondicionado funcionaba en modo vieja rompequinotos que se queja de que hace mucho frío. cuando llegué a córdoba hacía un calor húmedo, gelatinoso. tuve que recorrer ocho cajeros automáticos (separados por veinte cuadras entre ellos) para conseguir uno que anduviera o tuviese dinero. tengo la sensación de que estoy condenado a esta ciudad. cuando me muera me van a enterrar y arriba me van a poner una receptoría de la voz del interior.

mientras no estuve acá la pasé bien (un par de veces incluso muy bien) pero eso no lo cuento porque soy un escritor torturado y porque seamos sinceros, el bienestar ajeno es muy poco interesante. mientras escribo esto escucho jimi tenor: “…my mind is an open book for you honey, mi mind is open…”. qué carajos les importa, tienen razón. a ver, mh, entonces... más abajo les muestro unas fotitos que saqué en el cementerio de sáenz peña, corazón de las tinieblas chaqueñas.

esta es la tumba de bergallo, corredor de autos local que se estroló contra algo en la década del sesenta. cuando éramos chicos (ponele cinco, seis años) mi mamá iba no sé si todas las semanas pero seguro cada quince días a limpiar el panteón familiar, y nos llevaba con ella. nosotros nos aburríamos ahí (yo la escuchaba quejarse de un pariente lejano nuestro que subía hasta donde estaba el ataúd de la madre para mirarla y dejaba todos desordenados los otros cajones) y entonces salíamos ir a dar una vuelta por los alrededores. siempre nos deteníamos en la tumba de bergallo y jugábamos con el volante y la palanquita de cambios. nos divertíamos, pero también nos aterraba un poco. que bergallo nos abriera la puerta, suponete.

un plano más cercano del volante y la palanca de cambios.

y acá una tarde se acostó mi tía l., “para saber qué se sentía”. la vieja se les había escapado y la fueron a buscar, sabían bien dónde estaba. cuando la encontró (en el nicho apenas le asomaban las zapatillitas), mi prima s. casi se desmaya.

un simpático yugoslavo adorador de satán, en la calle de la esperanza. el detalle de la doble mano le quita seriedad al asunto, se me hace la idea.

y este soy yo en la calle de la resurección. en la foto salgo mal porque no me favorece la proximidad con la palabra.

está claro que he visto poco mundo y a mí cualquier cosa me parece una aventura, pero bueno: pasé un pequeño momento indiana jones una de las noches que estuve en buenos aires. en algún momento de la madrugada me desperté para ir al baño, que resultó estar ocupado. como me estaba orinando encima decidí salir al patio a evacuar contra alguna desafortunada planta del fondo. justamente eso estaba haciendo cuando percibí los movimientos. mi hermana tiene una pareja de dogos argentinos que duermen debajo de una escalera. la perra es directamente sorda y el perro es bastante hipoacúsico, así que tardan en darse cuenta de las cosas (ya han entrado ladrones y los perros ni se mosquearon). pero a mí me habían escuchado y se acercaban sigilosamente. se me heló la sangre: no son perros malos pero como dije, tardan en darse cuenta de las cosas. empezaron a olerme. movían la cola pero seguían muy cautelosos.uno de ellos hundió su cabeza de ternero en, por así decirlo, la parte trasera de mis calzoncillos. después , y es la única manera elegante que tengo de expresarlo, se mostraron vivamente interesados en lo que yo estaba haciendo. en esos diez o veinte segundos envejecí tres años, más o menos.

esteeem, que les iba diciendo... les cuento un chiste. se encuentran dos vampiritos y uno le dice al otro:
-¿vos como te llamás?
-vampirito, ¿y vos?
-otto.
-¿otto qué?
-¡otto vampirito!
her ha haw qué plaaaaato, bueno nos estamos viendo.