"la aguja se me atascó dos veces y la sangre se escurría por el brazo. la droga se extendió por todo mi cuerpo, una inyección de muerte. bajé la vista y contemplé la sangre que corría del codo a la muñeca. sentí una súbita compasión por la carne y las venas violadas. enjuagué con ternura la sangre de mi brazo" (wild bill burroughs, "yonqui")
Saturday, February 24, 2007
tonight there would be icecream, icecream for crow
"la aguja se me atascó dos veces y la sangre se escurría por el brazo. la droga se extendió por todo mi cuerpo, una inyección de muerte. bajé la vista y contemplé la sangre que corría del codo a la muñeca. sentí una súbita compasión por la carne y las venas violadas. enjuagué con ternura la sangre de mi brazo" (wild bill burroughs, "yonqui")
Friday, February 23, 2007
-Son animales, están gobernados por impulsos. Si están haciendo una cosa y querés que hagan otra, les ofrecés un estímulo más fuerte.
-Por ahí me pasa eso, me olvido que son animales. A veces creo que saben lo que estoy pensando.
-¿Y por qué los tenés, si te asustan?
-Para que me cuiden.
(...)
-ahora que me acuerdo, anoche soñé que miraba adentro de una pecera muy grande y veía calamares. calamares muy chiquitos, ponele dos o tres cm. miraban todo con esos ojos que tienen. había unos calamares raros, prehistóricos , con una especie de caparazón cónica.
-¿los ammonites?
-no, esos tienen espiral el caparazon, como el nautilus. estos que yo te digo tienen un caparazón cónico, finito.
-y que pasaba.
-nada. los miraba y ellos me miraban. y nadaban despacito, así.
Monday, February 19, 2007
con el volante y sin el auto
Caja 4: Caja de cigarros “La Flor de la Isabela”. En su interior: once paquetes de hojas de afeitar Gilette Platynum Plus nuevos sin abrir, una jeringa de vidrio grueso muy sucia sin aguja, una cajita de cartón con una mantis religiosa de aproximadamente seis cm de longitud y cuatro biromes resecas, color negro, azul, rojo y verde.
-Caja 14: “Enciclopedia de los Animales Marinos” edición de 1952, dos tomos, ilustrada a color. La hojeé buscando algo sobre el calamar gigante, pero no había nada: sobre fauna abisal sólo cuatro páginas de dibujos de peces luminosos sobre fondo oscuro.
-Paquetitos de almanaques de bolsillo de diversos años, ordenados por temática: niños, paisajes, animales, mujeres desnudas. Separados y empaquetados con algo más de cuidado, almanaques con estampas de Molina Campos, años 1988 y 1991.
Cetarti cerró su cuaderno, le puso el capuchón a la birome y volvió a su dormitorio. De un cajón del ropero sacó la cajita de metal donde guardaba la marihuana. Miró con algún disgusto lo poco que le quedaba (para diez, tal vez doce cigarrillos) y armó un porro. Se acostó en la cama, prendió la televisión y mientras fumaba se puso a cambiar canales sin solución de continuidad, hasta que en la sucesión de imágenes apareció un gordo de bigotes gritándole a una mujer: la misma novela del canal mexicano que veía su hermano la noche anterior al accidente. Se quedó ahí: era un programa de ficción sobre “problemas reales” de las mujeres. El hombre maltrataba a su mujer porque ella tenía endometriosis, los motivos de su ofuscamiento eran claramente la infertilidad y el mal sexo. Tan claro como que en un momento en que el hombre la echó de la casa lo hizo gritándole que no servía como madre ni como hembra y que olía mal. Había dos episodios más en los que se repetía el esquema de mujer maltratada por el entorno a causa de su enfermedad, una de ellas incluso moría de una infección desatendida. No cambió de canal hasta que terminó, miraba la televisión no como siempre sino que la investigaba. Recogía vigilante la mayor cantidad de detalles y los anotaba mentalmente para analizarlos. Aquello había sido mirado por su hermano, había atraído su atención.
abajo, tremendo cover de "a shot in the dark" de henry mancini por los no menos tremendos NAKED CITY. dato cholulo: no sé en que año de la dorada época de la convertibilidad, alguna gente de la radio en la que yo trabajaba en córdoba trajo a tocar a fred frith y tuve la oportunidad de comer un asado con él. simpática la cara que puso cuando fat freddy, sentado al lado mío, le dijo "y es una lástima que acá no haya heroína". fat freddy y los famosos: por esa misma época, también le negó un porro a steve howe que estaba desesperado por fumar (fui testigo de las negociaciones con la gente de la producción, que eran sus jefes en la disquería: "puedo fumármelo con él para contar que me fumé un caño con steve howe, pero si se lo quiere fumar solo me chupa un huevo"). nos lo fumamos afuera del pabellón argentina de la ciudad universitaria, antes de entrar a ver uno de los shows más de cuarta que ví en esa época.
Cyro Baptista - percussion,
Carol Emanuel - harp,
David Weinstein - piano,
John Zorn - alto sax,
Joey Baron - drums,
Bill Frisell - guitar,
Fred Frith - bass,
Wayne Horovitz - hammond organ
(live 1992 at Bimhuis, Amsterdam, Netherland)
Saturday, February 17, 2007
¡moloch cuyos ojos son mil ventanas ciegas!¡moloch donde los rascacielos se estacionan en las calles como jehovás infinitos!
1/"soy nazi porque me muevo con valores y no con sentimientos" (antonio de melli, al semanario infantil "el osito bussi", 1977)
2/
me cortaron el cable, tengo que reformular mi política al respecto (empezar a pagar, parece). no miraba mucho últimamente, pero lamento haberme perdido el documental que estaban por dar no sé si en el history o en el national geographic sobre robert mc namara, eminencia gris de la guerra fría. por lo demás, no es como si se me hubiera muerto alguien. ayer comí empanadas y cerveza mirando “gran hermano, el debate”. estaba de la recabeza (thanks chow por los refuerzos, hoy creo que paso por el barrio del vidrio), así que me resultó entretenido.
3/
sigo leyendo “confesiones de una máscara” y los pensamientos que ocupaban los tiernos ocho años de edad del joven hiraoka:
“esa tendencia a la introspección se debía en mi caso a que yo tenía una enorme necesidad de comprenderme a mí mismo. los demás podían comportarse de acuerdo a su natural manera de ser, en tanto que yo debía interpretar un papel, lo cual exigía notable comprensión y estudio de mí mismo. en consecuencia, no se debía a ninguna clase de madurez, sino a mi sensación de incertidumbre, de incomodidad. esa conciencia era un puente que me llevaba hacia la aberración, y entonces mi manera de pensar tenía que limitarse a la incertidumbre y a la formulación de hipótesis”
ocho años. este tipo sería maraca, pero parafraseando a roberto giordano: ¡que maraca, teté, qué maraca!
4/
y para seguir con el rubro carolo/japanese, ahora más light: abajo un videíto de “happy sad” de los pizzicato five, the tokio coolest combo. en general me gustan las minas carnosas, pero (probablemente por el influjo de la música), de las que salen acá me gusta linda evangelista. este no es el video original del tema, sino uno que hicieron para no sé que documental de moda. las letras de pizzicato five tienen esa cosa de que los sentimientos existen pero no importan y son livianísimos, me gustaría mucho que me pasara eso (generalmente no tengo y sin embargo pesan como un mercedes benz 1114 colgado del cuello, ver punto 1). “ese disco que pusimos y escuchamos ayer tenía de un lado esa aburrida canción de amor y del otro esta triste canción de jazz”, para escuchar tomando vat 69 del pico, sintiéndose bridget jones pero de 100 kg y con pelo en la espalda.
Wednesday, February 14, 2007
todo lo que no tiene vida queda en pie, jovial y elegante como un ascensor
La tarde anterior estaban todos blanditos, pero (como había predicho Duarte) con el correr de las horas se habían inflamado y estaban rígidos e hinchados, uno de ellos había cagado una mezcla de mierda casi líquida y coágulos de sangre. Ya no quedaba más Aseptobrón y se estaban quejando fuerte. Molina ató el hocico de los dos perros, los cargó en un carrito con ruedas a rulemán y los subió al baúl del auto usando una lona verde como camilla. Cruzó la ciudad y en un barrio de los últimos antes del campo estacionó frente a una veterinaria. Bajó los perros con ayuda del veterinario. Hubo que sacarles radiografías y Molina tuvo que esperar sentado en una salita afuera. Una media hora más tarde el veterinario se asomó y le pidió que entrase.
-A estos animales hay que sacrificarlos, no se puede hacer nada por ellos. ¿Qué les pasó?
-Son de un vecino mío. Los estuvo castigando ayer a la tarde, un rato bien largo. Tuve que esperar hasta ahora a que se fuera para saltar el muro y traerlos acá.
-Los han golpeado salvajemente, tienen muy pocos huesos sanos, las columnas quebradas en varias partes. Hay que denunciar a su vecino.
Molina puso cara de que mejor no.
-Tiene amigos en la policía, es una persona complicada, preferiría no meterme con él.
-Ya se le metió en la casa ¿el tipo no se va a dar cuenta?
-Puede haber sido cualquiera.
-Puede sospechar de usted.
-Puedo negarlo, no tiene pruebas. Y no tiene motivos, tampoco. Salvo el saludo, jamás hemos hablado.
-Puedo denunciarlo yo.
-Por favor no. No quiero problemas. Como usted dice, me le metí en la casa, puedo ir preso yo, todavía.
Eso convenció al veterinario. Le dijo que sacrificar a los animales le iba a salir doscientos pesos. Molina los pagó y una hora más tarde estaba tirando los cuerpos en un camino rural desierto. Mientras sacaba los bultos envueltos en lona verde tuvo el impulso de llorar, pero no logró hacerlo.
Cuando volvió a su casa y fue a darle de comer a los otros perros, vio el charco de mierda y sangre y tuvo, por un relampagueante momento, la sensación de que alguien había entrado y se los había llevado.
(otro fragmento de la soporífera novela que antonio de melli intentó escribir en prisión, que terminó inspirando el film picaresco-musical “últimos dias de pompeya”, primera producción de la compañía estatal paraguaya de cine y lanzamiento actoral de stella maris velazquez, voluptuosa actriz de la localidad de san lorenzo y a la sazón amante del gral alfredo stroessner)
hablando de eso, más abajo un video sobre la conservación para exhibición de un ejemplar tirando a chicón (¿6, 8 m?) de architeuthis dux. la bestia colosal de los abismos será, de ahora en adelante, observada por las insignificantes criaturas de la superficie en aburridos domingos de mascar chicle y retar a los chicos.
Monday, February 05, 2007
¿a quién le importa?¡a mí no me importa!¡el culo de un caballo es mejor que vos!
2/sábado a las once de la mañana en alguna esquina de constitución: otro travesti, éste de rostro más bien fino (quiero decir, lo más parecido que puede quedar un tipo a karina jelinek gastando mh no sé, 800 mangos) se levanta la minifalda, saca la garcha y se pone a mear contra un poste de alumbrado, de tal manera que la mayor exposición sea hacia la calle. una cuadrilla de obreros que arreglan una banquina lo miran sonriendo, casi enamorados.
3/una actividad que recientemente había sumado a la escritura de su novela (sobre todo a medida que ésta se fue convirtiendo en la esporádica producción de párrafos de reflexión sobre la no escritura de su novela) era la exploración del vasto territorio de la casa de su hermano, vasto no tanto en extensión como en intensidad: el living, las tres habitaciones y hasta la cocina y el baño estaban ocupadas con pilas de material diverso (libros, diarios viejos, revistas, fascículos, cajas con objetos) que llegaban casi hasta el techo y mezclaban cosas de algún interés con la más llana basura. cuando entró por primera vez había creído ver cierta similitud con el garage de la casa de su madre, pero había una gran diferencia entre aquella mugre producto del la decadencia senil y el precario orden de coleccionista con que su hermano había dispuesto todo aquel volumen de cosas.
hasta las cuarenta y ocho horas inmediatamente previas al accidente, cetarti y su hermano llevaban más o menos doce años sin verse. y durante esas cuarenta y ocho horas tampoco habían intercambiado gran cantidad de información. hasta donde había podido ver, nada de lo acumulado remitía al pasado común entre ellos. no había recuerdos. esto que llenaba la casa eran, como mucho, registros. registros de una época de su hermano que él desconocía. cetarti curioseaba en esos registros sin dramatismo y anotaba observaciones en su cuaderno. se sentía un poco como esos arqueólogos de los documentales, que entran a una caverna y reconstruyen una escena de la prehistoria a partir de restos de fogata y maxilares de animales extinguidos.
Saturday, February 03, 2007
no se daba cuenta de que acababa de hacer una confesión de amor. contesté con un tono de conversación normal:
-bueno... no estaría mal."
"la manera precisa y sociable con la que la abuela hablaba, era muy agradable. pero, al igual que sus dientes postizos excesivamente bien moldeados, aquellas palabras no eran más que una especie de exhibición de materia inorgánica. sólo pude decir:
-deseo que todos sigan bien."
("confesiones de una máscara", yukío mishima)