Monday, February 19, 2007

con el volante y sin el auto



Caja 4: Caja de cigarros “La Flor de la Isabela”. En su interior: once paquetes de hojas de afeitar Gilette Platynum Plus nuevos sin abrir, una jeringa de vidrio grueso muy sucia sin aguja, una cajita de cartón con una mantis religiosa de aproximadamente seis cm de longitud y cuatro biromes resecas, color negro, azul, rojo y verde.

-Caja 14: “Enciclopedia de los Animales Marinos” edición de 1952, dos tomos, ilustrada a color. La hojeé buscando algo sobre el calamar gigante, pero no había nada: sobre fauna abisal sólo cuatro páginas de dibujos de peces luminosos sobre fondo oscuro.

-Paquetitos de almanaques de bolsillo de diversos años, ordenados por temática: niños, paisajes, animales, mujeres desnudas. Separados y empaquetados con algo más de cuidado, almanaques con estampas de Molina Campos, años 1988 y 1991.


Cetarti cerró su cuaderno, le puso el capuchón a la birome y volvió a su dormitorio. De un cajón del ropero sacó la cajita de metal donde guardaba la marihuana. Miró con algún disgusto lo poco que le quedaba (para diez, tal vez doce cigarrillos) y armó un porro. Se acostó en la cama, prendió la televisión y mientras fumaba se puso a cambiar canales sin solución de continuidad, hasta que en la sucesión de imágenes apareció un gordo de bigotes gritándole a una mujer: la misma novela del canal mexicano que veía su hermano la noche anterior al accidente. Se quedó ahí: era un programa de ficción sobre “problemas reales” de las mujeres. El hombre maltrataba a su mujer porque ella tenía endometriosis, los motivos de su ofuscamiento eran claramente la infertilidad y el mal sexo. Tan claro como que en un momento en que el hombre la echó de la casa lo hizo gritándole que no servía como madre ni como hembra y que olía mal. Había dos episodios más en los que se repetía el esquema de mujer maltratada por el entorno a causa de su enfermedad, una de ellas incluso moría de una infección desatendida. No cambió de canal hasta que terminó, miraba la televisión no como siempre sino que la investigaba. Recogía vigilante la mayor cantidad de detalles y los anotaba mentalmente para analizarlos. Aquello había sido mirado por su hermano, había atraído su atención.


abajo, tremendo cover de "a shot in the dark" de henry mancini por los no menos tremendos NAKED CITY. dato cholulo: no sé en que año de la dorada época de la convertibilidad, alguna gente de la radio en la que yo trabajaba en córdoba trajo a tocar a fred frith y tuve la oportunidad de comer un asado con él. simpática la cara que puso cuando fat freddy, sentado al lado mío, le dijo "y es una lástima que acá no haya heroína". fat freddy y los famosos: por esa misma época, también le negó un porro a steve howe que estaba desesperado por fumar (fui testigo de las negociaciones con la gente de la producción, que eran sus jefes en la disquería: "puedo fumármelo con él para contar que me fumé un caño con steve howe, pero si se lo quiere fumar solo me chupa un huevo"). nos lo fumamos afuera del pabellón argentina de la ciudad universitaria, antes de entrar a ver uno de los shows más de cuarta que ví en esa época.

Cyro Baptista - percussion,
Carol Emanuel - harp,
David Weinstein - piano,
John Zorn - alto sax,
Joey Baron - drums,
Bill Frisell - guitar,
Fred Frith - bass,
Wayne Horovitz - hammond organ
(live 1992 at Bimhuis, Amsterdam, Netherland)

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