me gustaría poder decir que ya no estoy acá

"el análisis de las cartas, llamadas telefónicas y otros registros recogidos por los servicios de inteligencia de la armada naval paraguaya en los años posteriores al exilio en san pablo, determinaron que la estabilidad psiquiátrica de de melli había hecho implosión y por lo tanto no representaba ya un peligro político para el gobierno de stroessner. la unidad especial creada para espiar al ex inmovilista fue disuelta en agosto de 1983, y sus integrantes asignados a tareas pasivas. de manera que a partir de entonces no hay registros detallados de su actividad, que por otra parte aparenta menguar bastante. la correspondencia con salinger y bob dylan se hace cada vez más espaciada y en 1985, sólo figuran envíos con frecuencia semestral. en lugar de los delirios metonímicos a lo largo de varias páginas, las últimas cartas son esquelas parcas, con frases como "muerte violenta en un lugar desconocido". bertrand russell recibió en septiembre de 1986 (un mes antes de la última aparición registrada de de melli) una carta que lo desconcertó: era un detallado inventario de las porquerías que había en su departamento, seguido de la leyenda "no se la den a nadie".

(the steel jelly, anthony burguess, penguin books)