"El día que terminó con el garage, Cetarti agregó a la treintena de objetos que había agrupado en la primera habitación: una bolsa grande con VHS de películas porno (Títulos: “Cream Rinse”, “Cum Scouts”, “Fire Hole”, “Flesh Mountain” y otros. Una decena de los videos tenía el mismo diseño de caja negra y título “Private” en dorado); dos estufas a cuarzo funcionando, dos ruedas de auto completas (llantas, cámara y cubiertas algo gastadas), un pequeño mueble biblioteca y una caja de madera con una pistola con munición, aceite fino y elementos de limpieza. Sobre la corredera estaba grabado “PISTOLA AUTOMÁTICA CAL 22 T.A.L.A Talleres de Armas Livianas Argentinas-Punta Alta Industria Argentina”. Después barrió puntillosamente y lavó los pisos de la casa con lavandina y desinfectante, incluyendo la galería donde se amontonaban los papeles y cartones: barrió todo menos la pila de cáscaras de mandarina. Ordenó también las módicas instalaciones de la cocina. Se bañó y se puso una muda de ropa limpia, lavada con jabón de tocador. Prendió el televisor y fumó un porro mirando un documental sobre el accidente nuclear de la planta de Three Mile Island en 1979. Se durmió en medio de una cronología de las reacciones físicoquímicas sucedidas dentro del reactor, que no estaba entendiendo mucho. Despertó cuarenta y cinco minutos más tarde, con mucho hambre. Eran las seis y media de la tarde. No quería salir por miedo a encontrarse a Gómez en la vereda. Comió dos porciones de pizza sobrantes de la noche anterior, con los restos tibios de una botella de coca cola. Se mojó la cara y el pelo y salió al patio. Se sentía en cierta manera alivianado. Miró fijamente las cáscaras de mandarina: imaginó la cantidad de horas masticando mandarinas que significaba esa pila de cáscaras. Era una cantidad con posibilidades elásticas: se podía masticar pensativamente y mirando la nada, o con rapidez operativa. Podían ser seis horas de masticar mandarinas. O veinte."
(más de las out-takes de "agentes secretas del pete paraguayo", del gran inmovilista nacido en puerto stroessner. próximamente un escaneo de la carta que le dirigió bob dylan durante su estadía en prisión, exhibida hoy en una pared de la celda-museo del penal de pedro juan caballero, junto a la bolsa de agua caliente regalo de jd salinger. dylan firma la carta con su verdadero nombre, robert a. zimmermann y en un párrafo le aconseja a de melli "que piense en todas las putas que se va a cojer cuando salga")
Tuesday, April 15, 2008
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