1-balancita de la revista “noticias” maaaaal: me regalaron una maqueta de dimensiones manejables (un focke wulf 190 de la segunda guerra mundial, escala 1:72, en versión cazabombardero nocturno) que vengo laburando lentamente desde hace dos semanas o más. anoche lo terminé de armar y le dí la primera mano de pintura y hoy, apenas levantado y sin anteojos empecé a ver cómo había que poner la pequeña burbuja de plexiglás transparente de la cabina del piloto. resultado: se me cayó la piecita de plastico de menos de un centímetro de largo y repito, transparente. no cayó al piso sino sobre un revoltijo de ropa, revistas y frazadas. la estuve buscando como una hora y media y todavía no la encontré. me quiero cortar los huevos.
2-balancita de la revista “noticias” bieeeen: encontré en youtube el documental sobre la reynols, excelente. no lo terminé de ver pero parece que está entero. primera vez que me interesa algo en estos dos meses más o menos.
3-no hay que ser ningún padre brown para avivarse de que últimamente no se me cae una idea ni que me sacudan mecánicamente. para paliar la situación recurrí a lo fácil: colgué en el mp3 de acá al costado (si usan firefox) o allá abajo (si usan explorer), una parte del capítulo “el álgebra de la necesidad” de “el almuerzo desnudo”, leído por el mismísimo wild bill burroughs. saqué del libro la parte que está leyendo ahí:
“el gordo terminal llega de los tanques de presión de la ciudad, donde chorros abiertos de vida lanzan un millón de formas que son comidas inmediatamente, quines las comen anulados por pelusas de tiempo negro...
pocos consiguen llegar a la plaza, un sitio donde los tanques vacían una corriente de mareas periódicas que trae formas de supervivencia armadas con defensas de barro venenoso, carne podrida, hongos y olores verdes que chamuscan los pulmones y atan el estómago con nudos apretados...
porque los nervios de el gordo estaban despellejados y pelados para sentir los espasmos de muerte de un millón de excitaciones frías... el gordo aprendió el álgebra de la necesidad y sobrevivió...
un viernes el gordo se dejó caer por la plaza, un feto simiesco, gris translúcido, con ventosas en las pequeñas manos blandas de un púrpura grisáceo y una boca redonda de lamprea, de cartílago frío y gris, forrada de negros dientes eréctiles en busca de las marcas dejadas por los pinchazos de la droga...
y un tipo rico pasó y clavó la vista en el monstruo, y el gordo rodó por el suelo meándose y cagándose de miedo, y se comió su propia mierda y el tipo aquel, conmovido por semejante tributo a la potencia de su mirada, dejó caer una moneda de su bastón de los viernes (el viernes es el domingo musulmán, cuando habitualmente los ricos dan limosna). así que el gordo aprendió a servir la carne negra y creció hasta que su cuerpo se transformó en una cosa barriguda como un acuario... y sus ojos muertos de periscopio barrieron la superficie del mundo...”
el viejo sigue leyendo un poco más, pero lo que dice no es lo que yo tengo en el libro así que no lo pongo.
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