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“en un principio todo fue más o menos bien, incluso causando favorable impresión a algunos miembros de la concurrencia (entre ellos el escritor argentino filomarxista y pro cubano julio cortázar, el obispo lefevrista de asunción don enrique jaramillo jara, el embajador de liberia y tres de sus cuatro esposas, y miembros del alto mando naval paraguayo) con un pormenorizado relato del seppukku o suicidio ritual japonés, para lo cual se abrió la camisa y explicó los detalles marcando sobre su abdomen con una cuchara de postre e ilustrando los ejemplos con poemas del período meiji. con el correr de la recepción (50 minutos) adquirió un estado de notable alcoholización, conservando ésta un carácter social todavía cuando cantó una versión a capella y con agregados de su propia cosecha de “walls come tumblin´down” de la banda pop de origen británico style council. para cuando sirvieron la cena, el causante ya había vomitado en uno de los macetones de junto a los ascensores.”
(del informe que elevó el agente del servicio secreto paraguayo derlis esteche –nom de guerre: tío derlis- quien, encargado del seguimiento político de antonio de melli, tuvo ocasión de informar a sus superiores de una aparición del inmovilista en el consulado rumano de pedro juan caballero. la ocasión social terminó en escándalo diplomático cuando de melli le hizo a henry kissinger, homenajeado esa noche, el popular gesto de “mirame las medias”)
2/
cuando llego mi madre me dice “los perros por fin agarraron al gato” y que mire al patio por la ventana. hay un bulto peludo marrón amarillento, brillando con el último sol de la tarde.
-sí, hehe -le digo yo que el bicho no me gustó nunca- miércoles que estaba gordo el hijo de puta.
-es que se hinchó, está desde ayer, la perra no me deja tocarlo, yo quise meterlo en una bolsa pero la perra vino y me mostró los dientes y me gruñó mal, y después como si supiera que yo iba a venir a buscar el gato se quedó durmiendo al lado. y con este sol eso está hinchado, ya tira olor, está lleno de moscas...
salgo al patio y los dos perros (ya conté otra vez: dogos macho y hembra, la hembra es sorda) vienen a que los acaricie. durante un rato los acaricio a cada uno con una mano para que no se peleen. después me acerco al gato. la perra viene atrás mío, al perro no parece interesarle gran cosa el tema. me agacho y de atrás siento el gruñido. me doy vuelta y la perra lleva la cabeza al piso y mueve el rabo. la miro a los ojos y amago agacharme de vuelta hacia el gato. la perra conserva la postura sumisa pero vuelve a gruñir y mostrar los dientes. hago entrar los perros a la casa (la perra un poco reticente, pero cuando ve que le doy comida al perro no se aguanta y entra), meto el gato en una bolsa, subo arriba del techo y tiro la bolsa a la vereda. hago salir a los perros, salgo a la vereda, agarro la bolsa, camino unas cuadras hasta un basurero y tiro el gato. regreso, me lavo mil veces las manos con acaroína y jabón en polvo y paso el resto de la noche de año nuevo con mi madre, comemos pollo al horno con papas. a las doce brindamos y doce y veinte ella está acostada y yo estoy mirando tele. a la una salgo al patio a fumarme un porro. lo hago parado en el medio del patio mirando el cielo mientras los vecinos tiran petardos y ponen cumbia a todo volumen. la perra se me acerca y me cabecea la mano para que la acaricie. lo hago, y lo que tardo en terminar el caño lo paso acariciándole la cabeza. cuando paro, me lame la mano para que siga. y sigo un rato.
3/
eh bueno, como es de rigor; para la buena gente que goza (por decir algo) de mi afecto, deseo que sea este que comienza un año pletórico de gracia y realizaciones. para los demás auguro un pronto y bienhechor deceso. en lo personal, vería muy bien que el próximo año nuevo me encuentre bajando en algún aeropuerto de somalía, liberia o sierra leona, con un equipaje consistente en diez inhaladores de ventolín y el cepillo de dientes. los dientes me gustaría tener, también, ya que estamos pidiendo.