de nuevo la gente me para en la calle y me pregunta que pasa que no actualizo. tuve una semanita un poco intensa con unos cuantos highlights que todavía estoy masticando. claramente, debo retomar de manera urgente terapia, así como para empezar diciendo algo.
escuchando: “evans drive to mombasa”, lounge lizards del disco en vivo en berlín. temaaaaaaazooo.
bien el corto (llegamos una hora antes de que cerrara) paseo por el cementerio de la chacarita, fasito en mano en la submarinista compañía de la doctora k. la descripción del personaje más interesante que descubrimos se la dejo a ella porque yo estaba medio estúpido y es mérito suyo haberlo descubierto.
también charla bajo la llovizna con mi hermana, también fumando, pero esta vez en el desierto playón de una obra en construcción poco antes de entrar a avellaneda. entre otros conceptos, coincidir en la descripción de nuestra madre como “la barbarie meticulosa”. frases destacables hay otro par largo, ya habrá oportunidad.
compré un par de números atrasados de “el víbora” y disquitos de mp3 de gentle giant, steel pulse, ornette coleman, style council, daft punk y un compiladito de free jazz de donde estoy escuchando lo de los lizards. (¿lo de los lizards es free jazz? no me parece, pero lo mismo está bueno. y qué mierda sé yo, por otra parte)
hay una colección de libros muy buenos sobre la segunda guerra mundial que se venden en las librerías de saldos, de la colección time life. en general están en dos tomos, y yo acá en el pantano cordobés había conseguido el primero de “el sol naciente”, de arthur zich. conseguí el segundo en buenos aires y lo acabo de llevar al baño, donde le pegué una primera hojeada. recorto unos primeros fragmentos interesantes, como esta escenita de la caída de rangún en manos japonesas:
“rangún [hasta entonces bajo dominio inglés]sufría ahora los estertores de la guerra, sometida a los ataques implacables de los aviones enemigos. las bombas cayeron entre otras cosas en el zoo y rompieron las jaulas, los cocodrilos y las boas constrictoras andaban por las calles. un oficial subalterno británico, trastornado por los acontecimientos, soltó a los presos de los calabozos, los locos de un manicomio, los leprosos de un leprosario. después se suicidó”
y que me cuentan de este simpático consejo del manual para combatientes del coronel matsanobu tsuji, que venía subtitulado “lea esto solo y se podrá ganar la guerra”:
“cuando encuentre al enemigo después de tomar tierra, piense que usted es el vengador que se enfrenta cara a cara con el asesino de su padre. AQUÍ ESTÁ EL HOMBRE CUYA MUERTE LIBERARÁ A SU CORAZÓN DE LA CARGA DE IRA QUE CONTIENE. si no lo puede destruir totalmente, jamás podrá descansar en paz.”
he he si me querían programar a mí, al textito le sobran las palabras “el asesino de”.
esto es todo por ahora amigos, ahora me fumo un cartucho y pongo disquito de style council y me pongo a laburar en mi otro, ejem, proyecto literario. nos estamos viendo.
Tuesday, June 06, 2006
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