estuve una semana sin internet ni cable (un problema de todo el edificio). acumulé un par de horitas en llamados a atención del cliente de telecentro, con crecimiento de la tensión y puteadas casi abuelo simpson (ya tengo dos números de reclamo, me lo meto en el orto al numero de reclamo si siguen sin venir, etc).
el cable un poco se veía, todo con lluvia y fantasmas. pero yo le ponía pilas, con el sonido y las manchas borrosas ya me arreglaba. claro, si no era la tele, ya lo único que quedaba era la realidad, haciéndose sólida y casi palpable a mis espaldas.
lo que sí estuve un poco más productivo. estamos hablando a escala infinitesimal of course.
2/
novedades sobre el graffitero antisionista de la av. belgrano. hemos encontrado rastros también en ¿avenida?¿calle? independencia. acá figuran excelentes intervenciones sobre afiches de proyecto sur, imperdible el kipá dibujado sobre el despoblado cráneo del amigo "pelado" tumini. al final del último cartel, se me acabó la memoria de la cámara y no pude seguir filmando, pero un tipo nos vio leyendo esto y paró, nos contó que él también hace mucho lo viene siguiendo, y nos dió indicaciones de un lugar cerca de la autopista, donde hay paredes enteras escritas por este tipo. próximamente novedades. mientras tanto, nos queda el testimonio del amigo leandro aguirre, que ha visto de espaldas a este verdadero yeti de la expresión urbana:
3/
hoy domingo estuve un rato en el acto del po, fuimos a ver si nos encontrábamos con el amigo leonardo villafañe. un gran cariño para con los amigos troskos y dios sabe que altamira me cae simpático, pero lo de hoy fue patético. se le caían los papeles, los estuches de los lentes, se tenía que levantar el pantalón (para colmo, justo cuando decía que "el que pone el culo es el trabajador"). la concurrencia escasa y aburrida, el discurso era un delirio. un mal día, supongo.
4/
más postales del deterioro: se me hizo cagar la llave de la luz del baño. con esto tengo casi todo el depto a oscuras (salvo x la lámpara del esritorio y la luz del televisor). para leer en el baño, me alumbro con el celular. me entero, leyendo una revista el porteño (nro 89, mayo 1989, precio 78 australes) de los refugiados vietnamitas (“boat people”) que estuvieron casi 2 meses a la deriva en un junco en 1988. privados de agua y alimento, a los 28 días empezaron a comerse entre ellos. “se mataba primero a los más débiles, y después a los que estaban solos”.
5/
en fin miren, encontré la calle de la esperanza, ¡lástima que queda en el cementerio de sáenz peña!
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