últimas semanas marcadas por el dolor de cabeza y de ojos, estuve la mayor parte del tiempo con un ojo en el monitor de la máquina y el otro en el tele.
me gustaría decir que estoy desesperado. no lo estoy. no sufro. pero tampoco hay otra cosa. no voy a ningún lado. la realidad es un masacote sin ninguna entidad, y como pasas de uva vieja adentro de un pan dulce hecho con gelatina sin sabor, algunos registros:
canal “sólo tango” que parece ya no es sólo de tango: programa “ciencia y fe”, conducido por adriana salgueiro. entrevista con una gordita y ante garmaz, que hace de respaldo onda “conmigo funcionó” para un oscuro sistema de rejuvenecimiento vital. “no les va a doler nada porque son pastillas”, dice ante. para demostrar que el efecto del tratamiento no es sólo en la cara, ofrece desnudarse. pide cincuenta pesos. ante es del chaco, como yo. debe haber algo raro en la tierra, para que salgan cosas así. los meteoritos, capaz.
escuchando: recién “it must be a camel”, frank zappa. ahora saint germain, “forget it”.
en history channel, documental sobre las “herrerías grumman” y el grumman f6f hellcat, la máquina fuerte, tosca y fiable sin la cual los norteamericanos no hubieran podido establecer la superioridad aérea en el pacífico en la segunda guerra. los mitsubishi raisen (o “zeros”, como son conocidos popularmente), dominaron el pacífico hasta que llegaron los hellcat. el zero era un avión ágil, maniobrable y bien armado, pero era un barrilete hecho de madera y tela. el hellcat era un pedazo de fundición que, encima, volaba casi igual de bien. “tiraran con lo que te tiraran, el hellcat siempre te traía de regreso a casa”. la tasa de derribos llegó a ser de 19 zeros por cada hellcat. en un día, en lo que después fue conocido como “la caceria de patos de las marianas”, los japoneses perdieron más de trescientos aviones, y menos de veinte hellcats fueron derribados. ya sé, esto me interesa a mí nomás.
otro que está bueno: el canal luz, de los evangelistas. ví un programa que se llama “a toda voz”, con un manejo de cámaras típico del síndrome de abstinencia del ritalin. hipnotizante, a pesar del dolor de cabeza.
documental en el discovery sobre un tipo que se va a vivir con los babongo para inciarse en el consumo de iboga, potente planta visionaria. son muy simpáticos los babongo, todo el día endrogados y rascándose los huevos (trabajan tres o cuatro horas diarias). el documental es interesante. en un momento el explorador dice excitado: “los hombres de la tribu han decidido que ya es tiempo de que yo sea iniciado”. toman la cara de los hombres de la tribu: exhiben una intensa expresión de bolas llenas, como que todavía se lo están bancando al gringo pero ya los hartó un poco.
capitulazo de kung fu, ése en el que kane se enfrenta al demonio que le había perdonado la vida cuando niño.
enfermante la propaganda de ala de los pendejos que se ensucian porque aprenden a ser buena onda: “mamá, me ensucié porque estaba aprendiendo a dar una mano a cambio de nada”. andá a lavarte las tetas, el pendejo tiene una pinta de futuro votante de macri que voltea. o de lopez murphy.
en retro pasan “the song remains the same”, la terrible película de led zeppelin. enciendo correspondiente charuto y la veo haciendo zapping con “una mente brillante”, “american chopper” (los muy botones fabrican una moto en homenaje a la yuta), y en tve programa de jesús quintero, llego a ver entrevistas con dos legendarios ladrones gaitas: el lute y el dioni. los admiradores de sabina (acreedores de un diploma que certifica gustos estéticos de trascendencia igual a cero) conocen al dioni por ese tema que dice “lo primero que hizo el dioni al llegar a río...”
aún así, a veces lo poco que hago me regala alguna metáfora. ahora les estoy enseñando a los chicos cómo, dada la parte real de una función compleja, podemos hallar la parte imaginaria. o viceversa. pero tienen razón los chicos cuando rezongan: “esto al final no es aplicable a nada”.
tengo la misma esperanza que una araña en un incendio forestal. me siento como si estuviera jugando a las bolitas mientras se me viene el tsunami arriba. que venga carajo, me chupa un huevo. me chupan un huevo todos. en otro orden de cosas, me llegó un correo de la municipalidad de córdoba pidiendo dos relatos cortos para ponerlos en revistas gratuitas que se van a repartir en los cpc de córdoba. es una humillación, me consideran un escritor cordobés. no me siento ofendido, mas bien asustado. quiero decir: ¿qué hay en mí para parecer un escritor de córdoba? ¿quién les dio mi nombre? se reconoce a un escritor de córdoba por la insulsez de su obra y porque paga para editar su librito.¿acaso parezco de esa clase de gente? es como si me hubieran señalado una mancha en la piel. el miedo de terminar mereciendo este lugar. en cuanto adquiera la certeza de que soy un escritor de córdoba gasto mis últimos trescientos pesos en un pistolón calibre 14, un cartucho y un pasaje a ciudad del este.
ahora en volver: misteriosa película con luis sandrini y a ver... mh, no sé, reconozco a alberto massini y, creo, zulma faiad, o tal vez ana maría picchio, es tan difícil identificarlas ahora después de años de cirugía. es en colores, pero de las primeras, se nota que el pelo de sandrini era de él aunque teñidísimo. ahora también veo a josé marrone, que canta junto con unos enanos un tema que dice “soy el rey del ñoqui”. también hay unos monos, y maría de los ángeles medrano. investigo y luego reporto.
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