Sunday, June 19, 2005
el programa ya lleva varios sábados llamándose “la habitación cerrada”. dura una hora y aparentemente se ha estabilizado en una medianía que nunca llega a lo sublime pero tampoco chapalea en el fango de la ignominia. entre el material que usé anoche hay una revista “así” del 2 de abril de 1963 sobre la captura de aníbal raúl gonzalez, “el loco del martillo”, “el vampiro humano”, “el monstruo asesino”, encerrado después de matar a tres mujeres a martillazos para llevarse botines mínimos. en la tapa de la revista se ve a gonzalez desparramado sobre una mesa. sobreimpresa a la foto, una nota de puño y letra del asesino. con caligrafía infantil escribió: “no sé por qué hice todo esto”.
el padre de gonzalez era paralítico.
diversos factores (mucho tiempo en la facultad, faso, clonagin, whisky) hacen que en los últimos tiempo esté sufriendo bastante poco. la contracara es que sentir, no siento nada y cada fin de semana me cuesta contar qué estuve haciendo los días anteriores. en fin, los fines de semana tampoco hago nada. menos mal, dentro de todo.
últimamente estoy releyendo mucho (un amigo mío dice “estoy como borges ya, releyendo nomás, nada nuevo me entusiasma”, lo terrible es que se lo cree, es para cagarlo a patadas). hojeando una “v de vian”, la revista de literatura que más disfruté de leer, encuentro un encantador cuentito de tom robbins, “vincent y marylin”:
i- vincent van gogh se cortó la oreja y la envió a marilyn monroe. marilyn monroe quedó tan conmovida que abandonó todo –su carrera, su piscina, su meneo, su teléfono, su suicidio, todo- y se mudó al sur de francia para estar con vincent van gogh.
¿vivieron felices para siempre?. no, nadie lo hace. pero fingieron vivir felices para siempre. y dado que todas las cosas se convierten en lo que fingimos que son, la felicidad falsa es tan buena como la verdadera.
(...)
ii-vincent van gogh se cortó la oreja y se la envió a marilyn monroe. paul gaugin estaba horrorizado. “eso fue de muy mal gusto, vincent”, dijo gauguin. “dentro de muchos años, cuando hayas muerto y desaparecido, te recordarán más por haberte cortado la oreja que por la belleza y la verdad de tu arte”.
vincent van gogh miró a gauguin por debajo del vendaje y sonrió. “no te preocupes”, dijo. “el arte se cuida por sí solo. y lo que piense el mundo de mí cuando haya muerto y desaparecido no me importa. lo único que importa es el amor. yeah.”
al día siguiente paul gauguin se cortó a su esposa y se envió a sí mismo a tahití.
“pobre gauguin”, dijo vincent van gogh, “entendió sólo la mitad de lo que le dije”.
(...)
v- vincent van gogh se cortó la oreja y se la envió a marilyn monroe. ante lo cual marilyn monroe se cortó una de sus orejas y se las envió a vincent van gogh.
vincent van gogh se cortó un dedo chico del pie y lo envió a marilyn monroe. marilyn monroe le envió a cambio uno de sus dedos chicos del pie. a continuación, vincent van gogh se cortó un párpado y lo mandó por correo. a vuelta de correo, recibió un párpado de marilyn monroe. la amistad entre ambos se hacía cada vez más cálida.
intercambiaron anulares, lenguas, ombligos y pezones. un día, vincent van gogh se arrancó el corazón y lo envió por expreso a hollywood... pero para entonces marilyn monroe se había aburrido del asunto y se había escapado a tijuana con warren beatty.
vincent van gogh quedó destrozado. sin embargo no debería haberse sorprendido tanto. tal es el curso que toma el amor con frecuencia.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment