me levanté a las nueve de la mañana, le pedí prestado un peso a mi vecina mirtha y desayuné mate con bizcochitos de grasa, escuchando bill evans y the clash (mañana ecléctica). después de dos horas de intentarlo apagué la máquina habiendo agregado tres renglones a un cuento. salí a caminar y llegué hasta el río. me senté en la orilla y mirando el fondo (no muy profundo, es el suquía) descubrí dos enormes viejas del agua (de más de treinta cm de largo, lo juro!). me tiré unos cuarenta minutos fumando y mirando los movimientos minimalistas de estos bichos, aletargados por el frío. después seguí caminando hasta la pizzería san luis y me comí dos porciones de provenzal, una de roquefort y una especial, y me tomé un porrón. me metí en un ciber y estuve boludeando un par de horas, y de ahí me fuí al paseo de las artes y estuve toda la tarde al recontra pedo, fumando porros y hablando de la existencia con mi amigo paquito.o sea, un día muy piola que me puso reflexivo, y es una lástima que este post se lea (en el supuesto caso de que alguien lo lea) después del que voy a escribir ahora, porque es a causa de este día que voy a escribir eso.
Saturday, August 07, 2004
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