Wednesday, August 18, 2004

algo sicológico

(Crudo de Rogelio, Carlitos, el gordo Gustavo y el Pájaro en el bar de la cañada, mientras en la tele juegan Independiente-Unión)

-El Domingo pasado estuvimos con Rogelio, y no se podía estar ahí adentro de la baranda que largaba el Cubano, para colmo estaba el partido de River y estaba todo esto ocupado, y quedamos nosotros al fondo, al lado del Cubano, prácticamente. Llega Rogelio y Rogelio no sabía de qué se trataba, pero decía “qué mal olor que hay”. Yo le digo “es de atrás mío, Rogelio, eso”. “Bueno, vámonos afuera”, dijo éste. Más o menos nos pusimos de acuerdo, y nos vinimos acá, a esta mesa, yo me siento acá donde está el Pájaro y ahí pegado vos podés ver bárbaro ese televisor. Yo para mis adentros dije me quedo acá a ver el partido de Boca, que faltaban no sé, dos horas, un tiempo de River mas las dos horas del partido de Boca. Viene Tito y me dice “che, por qué se van afuera a morirse de frío si acá ya termina el partido de River y se va a rajar alguno, los ubico por acá, que se yo”. Y yo me siento mal conmigo mismo pero le digo, sabés que pasa Tito, que no se puede estar adentro, de la baranda del Cubano. Como Tito había estado todo el tiempo lejos del Cubano, medio como que recapacitó, “Ahh, así que eso, era...”, porque se ve que él algo había sentido. Pero a lo mejor el cree que no sé , que es un guaso con olor a chivo, o qué sé yo, que es un pedo que se tiraron...
-Mucho pucho, también...
-Pucho, todo mezclado, olor a pata, que...
-Claro, como él va y viene, va y viene...
-Claro... y agarra y le pone, debajo (mirá vos lo bien que se las rebuscó Tito) debajo del Cubano le pone un trapo de piso perfumado con, como es, desodorante para el piso, prende tres sahumerios, echa desodorante de ambiente y deja abierta esta puerta y nos dijo, “nos vamos a cagar un poco de frío un rato pero algo va a mejorar esto”...
-Y una...
-Eso dirigido a todo el bar, eh...
-Y un vasito con lejía.
-¿En serio?
-Si, un vasito de ginebra
-Ah, ves , esa no la supe, yo...
-El vasito de Bols, viste, lleno de lejía. ¡No se podía estar, del olor a lejía, después!
-Y bueno, claro, pero lo prefiero.
-Seguro, toda la vida...
-Bueno, después se fue poniendo más frío y ya quisimos estar adentro con el partido de Boca y nos pudimos ubicar más lejos... y bueno, conclusión esto: termina el partido de Boca, y hay un momento en que tanto Lalo como Tito van a hablar con el Cubano, y era ponerle un...como se dice el término...un indultivo, un...indulto, no me acuerdo cómo era el término que vos lo dijiste justo...es como un aviso que acá se termina algo...
-Mañana te bañás o no entrás, le dijeron.
-Ah, un ultimátum
-Eeeso, un ultimátum... yo ví que fueron y lo hablaron, una charla muy dura. Y el Cubano una cosa de agachar la cabeza. Y era una cosa de decirle que vos mañana acá no vas a venir si no te bañás. Más o menos así, porque el tema es así, bañado y con ropa limpia y está tan bien como estoy yo ahora, digamos. Ehhh... y aparece el Lunes (el Pájaro estaba acá) y no, no se bañó. Seguía igual la bronca, y entonces lo echaron de acá.
-A la mierda.
-Sí, lo echaron. Y bueno, sabés qué pasa, vos imaginate, acá a las diez de la mañana viene gente a desayunar. Serán todos unos rufianes pero son tipos limpios...
-Ahora es cierto, era tremendo, no se podía estar...
-Claro, me imagino...
-Te cuento algo que le pasó a un mozo de acá de la Cañada...
-Sí, ya es carcelario, esto...
-De la Parrilla de la Cañada, acá...estaba sentado ahí, y entra el Cubano, y se va al baño, y el mozo estaba con un cortado y una medialuna. Pasó el Cubano, y el tipo se levantó...
-El mozo...
-El mozo. Se levantó y salió, y estaba a las arcadas, sobre el basurero...y agarró y se levantó y se fue a la mierda, del asco que era...
-A la miércoles...
-Y bueno, la noche que estábamos viendo el partido de básquet. Yo ni supe, lo vió el Pájaro, entró Mario, el que a vos te cagó unos discos, Rogelio, no sé qué... Entró Mario, sintió esa baranda y también, se alzó a la mierda.
-Me contaron que cuando se lo llevaron de Tribunales, los enfermeros, para meterlo en la ambulancia, se pusieron un barbijo, porque no se aguantaba el olor...
-No, claro, es tremendo...y eso que es invierno...
-Que espanto.
-Nosotros muchas veces le sentimos baranda, a él, pero siempre cuando estaba al límite de un baño, es decir un Viernes, que el Sábado iba al gremio de los Judiciales y se pegaba un baño, una ducha, qué se yo... Entonces era algo como tolerable, no sé, o estábamos acá afuera, en el verano, ponele, entonces te la bancabas un poco mejor...
(...)
-Viste esa mujer que anda con un cajón, que tiene los pies como todos doblados...
-Ah, sí...
-No, yo no me ubico, no...
-Un día pasé, hará un mes, una cosa así. Estaba en la vereda, en la calle. Una vereda ancha como ésta, en la Humberto Primo. Yo estaba suponete ahí donde está el, como es...
-El tacho de basura
-Eso. Yo pasé contra la pared, loco, y vos sabés que no pude aguantar el olor. Se había levantado la pollera, y se estaba cagando, parada...
-Ah, ya me imagino cuál es la mujer, ya me imagino...
-Terrible, loco, esa imagen... una cosa como que querés ayudar pero a la vez te das cuenta de que es imposible, ya está jugada en esa forma y no hay manera...
- Y sí, si estás cagando en público, ya cruzaste un límite que...
-Y el Cubano en un abandono total, a los gritos, “No me voy a bañar una mierda, andate al carajo...”
-A mí me pasa que a veces sueño que estoy desnudo en lugares públicos...
-Ah, que suerte, yo no me acuerdo de los sueños. Tan poco me acuerdo...
-Bueno, pero eso es muy delirante, ya, no lo comprendo, no lo... que soñás...
-Que, ponele, me subo al bondi, me siento, y me avivo que estoy en calzoncillos, por ejemplo...
-A mí me ha pasado, también, soñar ese tipo de cosas...
-Claro, si es un sueño bastante común, es un espanto...
-Qué suerte que tienen, los envidio...
-O que me roban los pantalones y me tengo que volver a pata atravesando tres barrios, porque no tengo guita.
-Claro, y que todo el mundo te mira...
-Todo el mundo sueña, todo el mundo puede contar su sueños, yo puedo contar uno de vez en cuando. Uno-de-vez-en-cuando.
-Sí, yo tampoco, no te vayas a creer. Son muy pocos los que recuerdo. Yo por el porro, te soy sincero...
-Ah, yo no sé por qué...será algo sicológico.
- Gol... gol de Independiente...
-Uh, está hasta las bolas, Unión.

2 comments:

Anonymous said...

rocienlo con kerosene
ahi se soluciona todo

saludos Carlito

marina

Lexotanil said...

Parece que tenes experiencia marinita... ;)