Sunday, November 27, 2005

estoy en esto sólo por el dinero


1-tenía tres tucas lindas en el cenicero y vino la chica que limpia y me las tiró a la mierda. ahora no me calienta, pero la próxima vez que esté sin faso (que ojalá sea dentro de cinco mil años) esas tres tucas me van a doler como las lluvias que tengo clavadas en la espalda.
no estoy mal pero estos días no pasa nada, son aburridos como chupar un clavo. los ocupo perdiendo el tiempo de una manera muy poco creativa, tapando los últimos huecos del año y como quien no quiere la cosa, surfeando sobre la ola de imprevisibles acontecimientos de tal manera que navidad me encuentre brindando sin la incómoda sensación de tener una garcha tamaño xl metida en el culo.
un detalle del último tiempo es que ha recrudecido mi asma.

2-¿alguien sabe algo de ramú, el niño lobo encontrado en la india en 1953 o 1954? yo sólo tengo una reseña de la revista “ahora” de febrero de 1954, de una nota de agencia fechada en nueva delhi, sobre este chico. el título de la nota es “el niño lobo reconoció en la selva a la loba que lo crió”, extraigo unas cositas:
“ramú fue dejado a una distancia de doscientos metros de la entrada a la foresta. apenas se hubieren alejado quienes lo cuidaban, el niño, que no habla, comenzó a gatear rápidamente hacia los primeros árboles, donde empezó a aullar. no tardaron mucho en contestarle no uno, sino muchos aullidos similares desde el fondo de la selva. ante esta respuesta ramú mostró una agitación singular y comenzó a girar sobre sí mismo para detenese luego y repetir el llamado. fue entonces cuando se asomó el largo hocico de un lobo oscuro que se acercó al niño pausadamente. (...). ramú restregó sus labios contra el hocico del animal, que era en realidad una loba. los cuidadores trataron de atrapar a la bestia pero ésta, tras intentar en vano subirse a un árbol, se perdió a la carrera entre el espeso monte.”
en las fotos, ramú tiene (digo yo) unos seis o siete años, los dientes todos desparramados y salidos para afuera, está un poco desnutrido y todo parece dolerle.

3-en un principio mr. natural (robert crumb) no me copaba mucho, pero después de llevármelo al baño como ciento cincuenta veces le encuentro más o menos la gracia. transcribo dialoguito entre mr. natural y su discípulo flakey foont.
-¿qué quieres de mí?
-¡sólo un par de respuestas concretas, míster!
-tendrás tus respuestas, TODAS... mañana, ¡te las enviaré por correo!
-¡no le creo!
-sigh... vale.¡serás visitado por siete dragones con siete lenguas de fuego cada uno!¡y eso no es todo!
-¡¿euh?!
-¡una virgen surgirá del cielo en un llameante carro dorado!¡en su mano derecha sostendrá una serpiente!¡y en la izquierda una luna creciente!
-¡guau!
-¡una estrella blanca y pura brotará de entre sus senos y descenderá sobre ti rodeada por sementales negros con alas de águila y un rayo entre los dientes!
-¡súper!
¡enretanto, una multitud de voces celestiales cantará a tu alrededor y la tierra olerá a rosas por siempre jamás!¡BUENOS DÍAS!
-¡ya lo tengo!¡eres una marioneta!¡trabajas para alguien!¿quién está detrás de ti?¿el GRAN hombre?¡quiero saberlo!
-¡un tipo de chicago!
(...)
-¡qué calor hace hoy! eres un buen chico, flakey, ¡me gustas! y dime, ¿cuál es tu problema?
-bueno, yo... a veces es todo tan doloroso y confuso... ¡no sé qué hacer!
-¡estás perdido, hijo mío! es sólo una simple cuestión de autocontrol.
-¿qué debería hacer, mr. natural?
-cuando te levantes por la mañana, deberías lavar los platos del día anterior. después cantar una melodía fácil (la que tú prefieras). después llamar por teléfono a alguien (no a mí)... después ve a una tienda y compra espárragos.
-¿sí?¿sí?
-conoce a nuevas personas, vete a casa, toma lsd, reza, respira diez veces, ponte cabeza abajo, pon en hora tu reloj, caga, ráscate la nariz, pellizca una teta...
-¡vaya! será difícil recordarlo todo...
-¡TÓMALO O DÉJALO!
-¿por qué sigo pensando que puede darme respuestas a todo?
-¡que me aspen si lo sé!¿ya te marchas?


4- no sé cómo, la charla deriva en que mi mamá me cuenta de una vez que había ido a visitar a un hombre que agonizaba. tuvo la simpática idea de llevar a mi hermana, que para la época tendría cuatro o cinco años. me contó que el tipo la abrazaba a mi hermana, le daba besos, le hablaba de cerca. se dio cuenta de que el tipo lo que estaba tratando de hacer era contagiarle la enfermedad a mi hermana. mi mamá me contó que se asustó mucho porque el tipo tenía una sonrisa rara, “era como si no fuera él”. Le sacó a mi hermana de las manos y se fue de la casa sin hacerle ningún comentario sobre el tema a la familia del enfermo. me corre un escalofrío por la espalda y le digo: también, a vos nomás se te ocurre llevar a una criatura a visitar un tipo que se está muriendo. me dice que qué sabía ella, que le enseñaron que a los que se mueren hay que ir a verlos.

sobre esto, ahora que me acuerdo, tiene un cuento ray bradbury. creo que es uno de los mejorcitos de “remedio para melancólicos”. perdón, ya sé que es medio una grasada que te guste ray bradbury pero bueno, sí, me gustan algunas cosas. soy humano, ya está, buenas tardes, soy la desilusión.

5- en una trinchera, el teniente stuart habla con uno de los muertos que carga en su conciencia:
-¡no te asombraste cuando huí ante el tanque!
-no. nadie se asombró. todos hubieran querido huir. pero se necesita más valor para vivir como un cobarde que para morir como un héroe.

(cuadrito de “la laguna de los hermosos sueños” del gran hugo pratt)

6- final romántico:
-encanto, eres la única persona que conozco que realmente sabe lo que soy y lo que espero de la vida...
-¡exacto!¡eres un viejo verde que espera una mamada!

Wednesday, November 16, 2005

¿qué estaba haciendo realmente?


"creo que la paranoia, en algunos aspectos, es la evolución en los tiempos modernos de un antiguo y arcaico sentido que los animales de presa todavía poseen: un sentido que les advierte que están siendo observados (...) un sentido atávico." philip k. dick (en una entrevista, 1974)

frente a la puerta, buscó a tientas el cordón de la lámpara. pero no lo encontraba. era absurdo. con los brazos y los dedos extendidos empezó a dar vueltas en la oscuridad. tuvo un arrebato de pánico, como si todo hubiese desaparecido a su alrededor. de tanto agitarse, su cabeza chocó contra la esquina del botiquín. los frascos de cristal del estante se tambalearon. lanzó un insulto. la voz de su mujer, increíblemente lejana, repitió: “¿estás bien?”. luego “¿qué pasa?”. phil murmuró, sin duda no lo suficientemente fuerte como para que ella lo oyera, que no encontraba el maldito cordón de la lámpara... cuando de repente comprendió que el cordón no existía. existía, sí (y siempre había existido) un interruptor en la pared, a la derecha de la puerta. lo encontró sin problemas y lo activó con un golpe seco. la bombilla del techo se encendió. observó el cuarto de baño con desconfianza. todo parecía normal. no muy limpio pero normal. algo de ropa interior secándose sobre la bañera. una cucaracha atravesó las baldosas del suelo. se contuvo para no aplastarla.
pensó: “¿de dónde he sacado el recuerdo de un cordón para encender la lámpara? un cordón preciso en un lugar preciso y con una longitud precisa, en un lugar preciso. no buscaba a tientas porque sí, como lo hubiera hecho en un cuarto de baño ajeno. no, buscaba el cordón de una lámpara que estaba acostumbrado a utilizar con la suficiente frecuencia como para crear un reflejo en mi sistema nervioso”.

la maestra de las niñas, exasperada por diálogos como:
-¡pero si los tigres no comen títeres!
-no, pero no creo que la directora lo sepa
quiso advertir a los padres. como anne no estaba en casa, fue phil quien la recibió, mostrando un vivo interés por sus teorías pedagógicas y asegurándole que se encargaría de controlar la imaginación de las niñas. pero al acompañarla para despedirse, no pudo evitar poner por unos segundos esa cara suya de exaltado, una expresión a la vez sardónica y de extasiado y susurrarle:
-no se lo diga a nadie pero yo soy phil dick, el famoso escritor.
la maestra lo miró con estupor. la cara de phil se recompuso y volvió a ser la del padre atento y responsable que acababa de escuchar las quejas de la maestra de sus hijas.
-¿cómo ha dicho?- balbució ella.
-no he dicho nada.

esto de arriba lo saqué de “yo estoy vivo, vosotros estáis muertos”, una biografía de philip k dick publicada por minotauro.

¿yo? bien. quisiera agradecer la hospitalidad y la paciencia de los amigos leandrito, alejandra y aivars, durante esta semana de borre que me vino súper. ayer cuando entraba a la facultad tenía el impulso de salir corriendo. ahora, como había predicho, de vuelta estoy subido a mi botecito, remando en este lago con más olor a mierda que el del parque sarmiento, e igual de poco profundo. se verá.

Wednesday, November 09, 2005

bueno, estemm… como andan, tanto tiempo.
escribo desde solymar, afueras de montevideo, tomando mate, quemando un cartuccio a las diez de la mañana y escuchando joshua redman. estoy un poco desconcertado, les digo. buenísimo. tomando aire. la tengo clarísima que a la vuelta me espera un último chapuzón en la mierda (duración aprox. un mes) tal vez de naturaleza distinta al que venía disfrutando antes. pero es el último del año. se acaba. el misterio, claro, es por donde irá a saltar la liebre.
estoy bien, no tengo mucho más para decir. los dejo con la frase del año, pronunciada por un predador universitario, de mediano porte en claro ascenso: “si vos no tenés un muerto en el placard, es porque no tenés placard. y si no tenés placard… ¡decime para qué mierda querés un tipo que no tiene placard!”

para los amigos y favorecedores, un fraterno abrazo. al resto, coman mierda y muéranse. para todos: nos estamos viendo.